La confirmación por parte del ministro turco de Exteriores, Mevlut Cavusoglu, del despliegue de Fuerzas Armadas de Arabia Saudita en una base militar turca ha desatado los rumores de los analistas internacionales, que entreven en esta maniobra una política de dos pesos pesados que están perdiendo terreno en Siria, escribe 'The Independent'.
"Turquía y Arabia Saudita podrían lanzar una operación terrestre", reconoció Mevlut Cavusoglu, que enfatizó la necesidad que ambos países tienen de elaborar "una amplia estrategia orientada a los resultados en la lucha contra los terroristas del Estado Islámico".
Sin embargo, según el diario, esto parece tener menos que ver con el Estado Islámico que con la realidad de que los rebeles suníes, apoyados por los sauditas y los turcos, estén perdiendo rápidamente posiciones en Siria ante las fuerzas de Bashar al Assad, apoyadas por las ataques aéreos rusos, voluntarios iraníes y el grupo libanés Hezbolá.
Sin embargo, el ministro de Defensa de Arabia Saudita y aparente heredero al trono, el príncipe Mohamed bin Salmán, no hizo ningún comentario respecto a una invasión por tierra durante la presentación de los planes militares de su país en Siria este jueves en una cumbre celebrada en la sede central de la OTAN en Bruselas.
Tanto Riad como Ankara tienen depositadas pocas esperanzas en la durabilidad del actual acuerdo de alto el fuego en Siria, lo que supone una traba para sus supuestos planes de actuar en el país, siendo uno de sus principales objetivos atacar a la milicia kurda siria YPG (Unidades de Protección Popular), aliada de los kurdos turcos del PKK, enemigos de Ankara. El envío de tropas a Turquía no implica una invasión inminente, pero no se puede descartar esa posibilidad, concluye 'The Independent'.