Uno de los líderes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), Duran Kalkan, ha asegurado que este marzo "será un mes de resistencia" y Turquía podría vivir "una primavera kurda" si Ankara no detiene los ataques sobre las posiciones de los kurdos. Además, Kalkan ha resaltado que los jóvenes de esta etnia "están creando nuevas organizaciones que serán lo suficientemente radicales", según ha publicado la Agencia de Noticias Firat, afín a los kurdos.
Por su parte, el exdiputado y copresidente del Congreso de la Sociedad Democrática (DTK, por sus siglas en turco), Hatip Dicle, ha afirmado en una entrevista que, si Turquía no detiene sus operaciones contra los kurdos en el sudeste turco antes de finales de abril, "podríamos tener una nueva y mayor ola de violencia que involucrará a las metrópolis", aunque ha insistido en que sus palabras no deben interpretarse como una amenaza.
La semana pasada, la agencia Ruptly obtuvo unas imágenes estremecedoras de los edificios semiderruidos o en ruinas de la ciudad de Cizre (Turquía), en donde Ankara ha desarrollado una ofensiva antikurda. El lugar, que ha quedado devastado por los militares turcos, todavía alberga a familias enteras, que viven en los sótanos de los inmuebles y están atemorizadas por los múltiples ataques del Ejército durante el toque de queda impuesto por el Gobierno del país.