La flota submarina rusa, digna sucesora de los innovadores sumergibles de clase Alfa
La futura flota submarina rusa "será mucho más automatizada que los diseños actuales", publica 'The National Interest'. Según la revista estadounidense, la nueva flota continuará la tendencia de los años 70, cuando entraron en servicio los submarinos de ataque de propulsión nuclear de clase Alfa (o Proyecto 705 Lira).
Estos submarinos rápidos de casco de titanio poseían muchas tecnologías innovadoras. De hecho, el casco de este material era una gran innovación para la época. El desplazamiento en inmersión de estos buques llega a 3.200 toneladas, mientras que su límite de profundidad es de unos 420 metros. Asimismo estos submarinos alcanzan una alta velocidad de 41 nudos.
Entre otras innovaciones tomadas de los submarinos de clase Alfa figura un reactor refrigerado por metal liquido muy compacto que genera enormes cantidades de energía. El reactor produce alrededor de 155 megavatios dando a la nave una potencia de 40.000 caballos de vapor. Asimismo, una gran innovación introducida por la clase Lira era la automatización, gracias a la cual el tamaño de la tripulación se redujo a 32 oficiales.
Las tecnologías usadas en la clase Alfa abrieron camino a los proyectos actuales 945 Sierra, 971 Schuka-B y 885 Yasen. El submarino Severodvinsk pertenece a los sumergibles de ataque de cuarta generación, concebidos para convertirse en la columna vertebral de la fuerza submarina operacional de la Armada rusa, y es el principal buque del proyecto 885.