'Escaparate sirio': armas, habilidades y otros mensajes que Rusia manda al mundo desde Oriente Medio
Rusia organizó en Siria una verdadera exposición de sus nuevas armas, y no solo se trata de armamento, sino de las habilidades de su modernizado ejército. Y los sistemas antiaéreos S-400 Triumf que protegen el cielo sobre la base aérea de Jmeimim no son el único elemento de disuasión.
La guerra en Siria se ha convertido en un escaparate para el estreno de varias armas rusas avanzadas: misiles de crucero, sigilosos buques de guerra, silenciosos submarinos, cazas y bombarderos. Pero no se trata solo de armamento.
RT ha realizado su propio 'ranking' sobre los factores de éxito del Ejército ruso en Siria que propiciaron un alto el fuego entre las partes en conflicto en la carnicería siria.
En primer lugar, los dramáticos sucesos en Siria mostraron al mundo el nuevo Ejército ruso. Por lo tanto, comencemos por la organización.
La organización
Organizar con suficiente rapidez una operación en un teatro tan remoto, una logística tan complicada y un entorno tan poco 'agradable', salvo Irán e Irak, requiere habilidades, experiencia, conocimientos y procedimientos muy practicados.
El hecho de que una agrupación tan fuerte haya sido desplegada en Latakia, casi de manera 'relámpago' y sin problemas, pone de relieve el alto nivel organizativo alcanzado por el Ejército ruso en los últimos años.
Gestión de la inteligencia
Medio centenar de aviones de ataque y bombarderos de épocas y tipos muy distintos: cada uno de ellos encuentra su objetivo. Unas 100 misiones de combate diarias y casi cada misión se cumple sin necesidad de estar buscando objetivos y perdiendo tiempo en el aire.
Se trata de un más que evidente nivel de coordinación con las tropas en tierra y obtención ininterrumpida de datos de inteligencia, tanto aéreos como desde tierra.
Armas
Buques dotados de misiles de crucero Kalibr-NK
En octubre del 2015, cuatro relativamente pequeñas corbetas de la Flotilla del Caspio rusa, con implacable precisión, lanzaron 26 misiles contra 11 objetivos del Estado Islámico desde una distancia de unos 1.500 kilómetros.
Pese a su pequeño desplazamiento, cerca de 1.000 toneladas, los buques del proyecto 21631 Buyan-M disponen de un enorme potencial de ataque, al portar 8 lanzaderas de misiles de crucero, además de piezas de artillería y misiles clase tierra-aire.
Anteriormente, analistas militares de EE.UU. habían indicado que los 3M-14T –los misiles de crucero con alcance de unos 2.600 kilómetros y capacidad de portar ojivas nucleares que dispara el sistema Kalibr– colocan a estas naves al mismo nivel que las grandes fragatas en cuanto a potencial de ataque.
Analistas de todo el mundo coinciden que tal ataque fue una demostración a la OTAN de que Rusia tiene 'manos muy largas', y solo en segundo lugar fue realizado con fines tácticos.
Conclusión: los Kalibr-NK son un buen elemento disuasorio.
El efecto de su uso ha sido tan notable que en muy poco tiempo esta clase de barcos se incorporaron al grupo de la Armada rusa que opera cerca de la costa de Siria.
Tu-160 'Cisne Blanco' y el X-101
Los últimos ataques de los bombarderos estratégicos rusos Tu-160 se han convertido en una demostración de la capacidad de la aviación de largo alcance rusa. El 18 de noviembre de 2015 Rusia por primera vez en su historia puso en acción a sus más avanzados misiles de crucero aire-tierra, los X-101, adoptados por la Fuerza Aérea del país en el 2013.
El misil subsónico X-101 tiene un fantástico alcance de 5.500 kilómetros, que supera con creces la capacidad de sus homólogos europeos y estadounidenses.
El X-101 vuela a una altura de 30 metros a 10 kilómetros; es invisible al radar y muy preciso con una desviación máxima del objetivo de no más de 5 metros (contra un objetivo fijo) y 10 metros contra un objetivo en movimiento, en un rango de lanzamiento de 5.500 kilómetros [el antecesor del X-101, el misil X-555 pensado para portar carga nuclear, tenía un margen de error de unos 25-30 metros]. Este cohete combina un sistema de guiado inercial y satelital basado en el sistema de navegación ruso Glonass.
Además existen reportes de que el X-101 cuenta con una guía por infrarrojos que se activa en su trayecto final. La ojiva convencional de este misil es de unos 400 kilogramos de TNT. El equivalente estadounidense de esta arma rusa es el misil crucero de estratégico AGM-129 [ya no está en servicio], que era detectable para los radares y tenía un alcance de hasta 3.700 kilómetros.
Pero Rusia también cuenta con una versión con ojiva nuclear del X-101, del que hay poca información. Se trata del X-102, que contaría con un alcance de 5.000 kilómetros y que también sería invisible para los radares. Al igual que el X-101, la versión nuclear volaría a baja altura y a una velocidad de 0,77 Mach, mientras que la cabeza nuclear tendría una potencia de 250 kilotones.
A diferencia del X-555, el nuevo misil fue concebido para ataques de precisión a larga distancia, fuera del alcance de los medios antiaéreos enemigos.
Submarinos diésel-eléctricos de ataque del proyecto 636.3 dotados con misiles Kalibr-NK
El 17 de noviembre, el submarino diésel-eléctrico ruso Rostov-en-Don, del proyecto 636.3, adscrito a la Flota del Mar Negro, lanzó un ataque con misiles de crucero contra posiciones de terroristas cerca de la ciudad siria de Raqa, la 'capital' del Estado Islámico en ese país árabe.
Fue el primer caso del lanzamiento de un misil de crucero desde un sumergible contra un objetivo real en la historia de las Fuerzas Armadas de Rusia, aunque no ha sido confirmado ni desmentido por el mando naval ruso.
La agencia Reuters, refiriéndose a la información de funcionarios de Estados Unidos, señaló que Rusia había advertido a EE.UU. sobre el lanzamiento simultáneo de misiles desde el mar y desde los bombarderos estratégicos. A juicio de varios expertos militares, la información sobre este lanzamiento desde un submarino no fue revelada por Rusia debido a las preocupaciones del secreto que siempre rodea a los movimientos de los submarinos.
Los del proyecto 636,3 pertenecen a la tercera generación de submarinos y son considerados unos de los más silenciosos del mundo. Todos ellos están diseñados para portar como arma principal los misiles del sistema Kalibr.
Los Sukhoi Su-35 y Su-34
Su-34
Los más modernos aviones rusos que participan en la operación en los cielos de Siria son los bombarderos Su-34 y cazas de superioridad aérea Su-35.
Los Su-34 pertenecen a la cuarta generación de cazabombarderos capaces de hacer frente a objetivos terrestres y aéreos. También está clasificado como un bombardero táctico capaz de lanzar ataques no en primera línea, sino también en la profundidad operacional del territorio enemigo.
Entre las ventajas de este avión figura su alta maniobrabilidad y la capacidad de actuar a muy baja altura. Una cabina de titanio protege a ambos miembros de su tripulación. Cuenta además con un equipo avanzado de navegación, misiles de largo alcance aire-aire y radar AESA que le proporciona la capacidad de pelear en el aire contra los cazas de cuarta generación.
El Su-34 tiene una velocidad máxima de hasta 1.900 km/h y un rango máximo de acción de 4.500 kilómetros sin repostar en vuelo. Su techo operacional llega a más de 14.000 metros sobre el nivel del mar. Sus 12 puntos de anclaje permiten a los Su-34 portar hasta 8 toneladas de municiones. De acuerdo con informes oficiales del Ministerio de Defensa, los Su-34 usan en Siria bombas guiadas KAB-500 y misiles X-29L guiados por láser.
Su-35
A diferencia del Su-34, este nuevo protagonista no ataca a objetivos en tierra, pero ello no disminuye la importancia de su presencia en un posible teatro de operaciones, donde compareció justo en el momento en que surgió el peligro de la agresión militar turca.
No merece la pena detallar todas las características de esta impresionante aeronave, estrella indiscutible de los últimos salones aeroespaciales perteneciente a la generación 4++. Solo cabría mencionar que los Su-35 están en Siria también como un elemento de disuasión por su evidente superioridad ante los cazas del resto de países involucrados en el conflicto sirio.