En un mundo cambiante, EE.UU. y la alianza occidental que encabeza no escatiman medios para mantener su dominación y liderazgo global, algo que Rusia no puede aceptar, según el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
"Se está aplicando una amplia gama de métodos de presión, sanciones económicas o incluso intervenciones militares", señala el canciller en su artículo 'Perspectivas históricas de la política exterior de Rusia' para la revista 'Rusia en la Política Global'.
"Se están llevando a cabo guerras de información a gran escala. Se han ajustado las tecnologías de cambio inconstitucional de regímenes mediante 'revoluciones de colores' que resultan ser devastadoras para los pueblos sometidos a sus efectos", sostiene el máximo diplomático ruso.
Subrayó al respecto que la postura de Rusia "se basa en preferir cambios evolucionistas que deben realizarse de maneras y a velocidades que correspondan a las tradiciones y al nivel de desarrollo de cada sociedad".
Mencionó las acusaciones de "revisionismo" en contra de Rusia provenientes de la máquina de propaganda occidental, según las cuales "supuestamente intentamos destruir el existente sistema internacional".
"Como si fuéramos nosotros los que bombardeamos Yugoslavia en 1999 en violación de la Carta de la ONU y la Declaración de Helsinki, como si hubiera sido Rusia quien se burló de las normas internacionales invadiendo Irak en 2003 o quien manipuló una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU para derrocar con la fuerza a Muammar Gaddafi en Libia en 2011. Y estos no son los únicos ejemplos", subrayó Lavrov.
"Rusia no está luchando contra nadie, sino que soluciona los problemas sobre la base de la igualdad"
Según el ministro, una solución duradera de los problemas mundiales de actualidad solo es posible mediante la cooperación honesta de los países líderes y sus uniones en los intereses de objetivos comunes, teniendo en cuenta la policromía del mundo, su diversidad cultural y los intereses de los componentes básicos de la comunidad internacional.
"Según se demuestra en práctica, cuando se implementan estos criterios se alcanzan resultados concretos y esenciales", resaltó Lavrov.
Como ejemplo mencionó el acuerdo nuclear con Irán, la eliminación de los arsenales químicos en Siria, la coordinación de las condiciones para el cese de hostilidades en Siria y la elaboración de los parámetros básicos de un acuerdo global sobre el clima.
"Esto indica la necesidad de restaurar la cultura de la búsqueda de consenso, de apoyo en el trabajo diplomático, algo que a pesar de ser difícil e incluso extenuante sigue siendo la única vía para garantizar, con medios pacíficos, soluciones mutuamente aceptables para los problemas", subrayó Lavrov.
"Estos enfoques son compartidos por la mayoría de los países, incluida China y otros miembros del BRICS, la OCS, nuestros amigos de la Unión Económica Euroasiática, la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva y la Comunidad de Estados Independientes", agregó.
"En otras palabras, Rusia no está luchando contra nadie, sino que soluciona los problemas sobre la base de la igualdad y el respeto mutuo, los únicos fundamentos fiables para sanear las relaciones internacionales a largo plazo", escribe el ministro ruso.
Según Lavrov, el mejor método de garantizar que se tienen en cuenta los intereses de los pueblos en el continente es establecer un espacio económico y humanitario común desde el Atlántico hasta el Pacífico para que la recién formada Unión Económica Euroasiática sea un elemento integrador entre Europa y la cuenca del Pacífico.