EE.UU. acelera en el desarrollo de misiles hipersónicos
Los generales estadounidenses insisten en la necesidad de dar pasos considerables en la fabricación en este tipo de armas, para, de esa forma, ser capaces de destruir instalaciones de profundidad en territorio ruso. Por su parte, sus colegas rusos consideran poco probable que esto se consiga a corto plazo.
Legisladores y expertos de Estados Unidos debaten sobre la necesidad de desarrollar misiles hipersónicos, esgrimiendo que este armamento puede superar las poderosas defensas antimisiles de sus potenciales enemigos.
"Nuestro desarrollo de armas hipersónicas es ahora tan importante, como es inevitable que sean desarrolladas por otros [países]", destacó el general Curtis Bedke, exjefe del laboratorio de investigación de la Fuerza Aérea de EE.UU., citado el portal de defensa estadounidense AirForceTimes.
La publicación señala que los misiles con velocidad mayor de 5 Mach [velocidades de sonido] permitirán a Estados Unidos poner en peligro objetivos en territorio enemigo que se hallen en profundidad y protegidos por sofisticados sistemas antimisiles. En concreto: se trata de solo dos Estados: Rusia y China.
EE.UU. ya ha invertido en tecnología hipersónica antes, siendo su prueba más reciente la que tuvo lugar en 2013 con el X-51A Waverider, un misil de crucero con capacidad de acelerar hasta velocidades hipersónicas. El Waverider alcanzó una velocidad de 5.600 kilómetros por hora en poco más de tres minutos.
Pese a que la prueba fuese considerada ampliamente como un éxito, no hay otra programada hasta por lo menos 2019, según Bedke.
Estrategia de EE.UU.
En los últimos años el mando militar de Estados Unidos da prioridad al concepto del llamado Ataque Global Inmediato, que contempla un ataque masivo con misiles de precisión de carga convencional en cualquier parte y país del mundo.
El desarrollo de misiles hipersónicos es uno de los pilares de esta estrategia, puesto que los misiles balísticos intercontinentales tradicionales no encajan en ella.
"Los estadounidenses consideran que las armas nucleares son armas del pasado, ya que aventajan enormemente a los demás en armas convencionales de alta precisión", comenta el redactor en jefe de la revista 'Defensa Nacional' Igor Korótchenko, citado por el portal ruso Vzgliad.
"Es por ello que están interesados en la reducción de los arsenales nucleares de todos los países, sobre todo, por supuesto, los de Rusia. Rusia tiene un concepto diferente: estamos construyendo nuestro sistema de defensa aeroespacial a partir de sistemas S-500 para neutralizar la ventaja de Estados Unidos en este ámbito. Los S-500 están diseñados para interceptar también aparatos aéreos hipersónicos que los estadounidenses ensayan hoy en día".
¿Por qué hipersónicos?
El vuelo de un artefacto hipersónico es indetectable para los radares actuales modernos, y no se espera la creación de medios eficaces de interceptación de misiles de ese tipo.
Los ingenieros rusos prometen diseñar los primeros misiles hipersónicos lanzados desde el aire en los próximos seis años. "Nos hemos acercado a ello. Estamos hablando de velocidades de 6-8 Mach" [se trata de un misil propulsado por un motor estatorreactor], declaró en noviembre Boris Obnósov, el director general de la corporación 'Misiles Tácticos'.
Perspectivas
Varias agencias militares de EE.UU. han desarrollado varios proyectos prometedores: X-43A (NASA), X-51A (Fuerza Aérea), ArcLight (DARPA, la Marina de Guerra) y Falcon HTV-2 (DARPA, la Fuerza Aérea).
EE.UU. está interesado en la reducción de los arsenales nucleares de todos los países, sobre todo, por supuesto, los de Rusia.
"No diría que los estadounidenses estén muy por delante", dijo en una entrevista con el diario ruso 'Vzgliad' el exjefe del Estado Mayor de la Tropa de Misiles Estratégicos, el coronel general Viktor Yesin. "Todo está en la etapa de investigación y desarrollo", indicó.
Según Yesin, hasta la fecha no existe una tecnología que garantice el vuelo a larga distancia de un aparato con velocidad de unos 10 Mach en capas densas de la atmósfera. "Se recalienta y al volar unos 2.500-3000 kilómetros, el aparato se destruye", explicó Yesin, recordando que lo que quieren es "desarrollar dispositivos de alcance intercontinental de unos 10.000 kilómetros".