"Sin plan A": EE.UU. no está preparado para una crisis nuclear
Al tiempo que se detectan niveles altos de radiación por el desastre nuclear de Fukushima en Japón en la costa oeste de EE.UU., los expertos en energía afirman que Washington no está preparado para hacer frente a una crisis similar en el marco de sus fronteras.
Los expertos del observatorio de control antinuclear Beyond Nuclear han advertido esta semana de que EE.UU. carece de un plan "razonable" para evitar un evento similar a los trágicos hechos que sacudieron Japón en marzo de 2011, cuando un gran terremoto y tsunami causaron un desastre en la planta nuclear de Fukushima.
El grupo afirmó que hay 30 reactores de agua en ebullición diseñados por General Electric, idénticos a los que fueron utilizados en Fukushima, aún operando en EE.UU. y son "los más vulnerables a un fallo catastrófico".
"No solo no hay plan B para saber qué hacer si sucede un desastre al estilo de Fukushima en EE.UU., sino que tampoco hay plan A para evitarlo", sostuvo Cindy Folkers, especialista de Beyond Nuclear.
Asimismo, el jueves pasado la comisión social Disaster Accountability Projecte hizo público un informe que afirma que la planificación de la evacuación en caso de emergencia nuclear es "peligrosamente inadecuada". El grupo señala que más de 117 millones de estadounidenses viven a una distancia de 80 kilómetros de una planta de energía nuclear. Solo siete de cada 18 comunidades situadas a menos de 10 millas (16 kilómetros) de una planta nuclear tienen capacidad para realizar una evacuación adecuada, afirma el grupo.
"En los cinco años transcurridos desde Fukushima, tuvimos la oportunidad de preparar a las comunidades para lo inesperado. Más de 100 millones de estadounidenses están en riesgo porque las autoridades locales no han podido planificar como corresponde", sostuvo Ben Smilowitz, director ejecutivo de la entidad.
Más radiación procedente de Fukushima detectada fuera de la costa oeste
La falta de preparación de EE.UU. no es el único problema relacionado con los peligros nucleares. A finales del 2015 un equipo de radioquímicos detectaron el nivel más alto hasta la fecha de la radiación a unos 2.500 kilómetros al oeste de San Francisco. Las muestras son un 50% más radiactivas que otras recogidas hasta el momento.
Estos niveles no representan peligro para el agua potable, los nadadores, la navegación u otras actividades. Sin embargo, Buesseler afirma que esta cifras cambiantes "ponen de relieve la necesidad de seguir más de cerca los niveles de contaminación a través del Pacífico".