Aunque el precandidato republicano estadounidense Donald Trump carece de asesores diplomáticos, según él mismo ha admitido, el polémico multimillonario hace ruidosas declaraciones sobre la política exterior que llevará a cabo si es elegido presidente.
Hasta el momento el magnate inmobiliario ha prometido levantar un muro en la frontera con México a costa de los mexicanos para obstaculizar la entrada a los inmigrantes ilegales.
Además, quiere deportar a unos 11 millones de indocumentados, prohibir a los musulmanes la entrada en el país y ha propuesto erradicar al grupo terrorista Estado Islámico por medio de una amplia operación militar.
"Creo que el islam nos odia a todos", declaró sobre la segunda religión con más fieles del mundo.
Trump amenaza con guerras comerciales a China, Japón y México y busca una relación más estrecha con el presidente ruso, Vladímir Putin, a quien admira.
El muro
Desde el inicio de su campaña electoral, Trump acusa a México de enviar a "narcotraficantes", "criminales" y "violadores" a EE.UU.
Para impedir el flujo migratorio hacia su país, el empresario no solo ha propuesto erigir un muro a lo largo de la frontera sino también que México se haga cargo de pagar el proyecto, valorado en unos 8.000 millones de dólares.
El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, ha dejado claro que de ninguna manera su país correrá con esos gastos y comparó la retórica de Trump con la de los dictadores Adolf Hitler y Benito Mussolini.
"El islam nos odia"
Trump dijo en noviembre pasado que había visto imágenes de musulmanes en EE.UU. celebrando los ataques terroristas del 11-S, una leyenda desmentida hace ya tiempo.
Su propuesta de prohibir la entrada a EE.UU. a los musulmanes es parte de su plan antiterrorista. El pasado miércoles dijo a la CNN: "Creo que el islam nos odia a todos".
Repitió esta declaración la siguiente noche durante un debate con sus rivales republicanos en el que dijo que muchos de los 1.600 millones de musulmanes "odian" a EE.UU.
Sin reglas
Para el Estado Islámico, cuyos objetivos EE.UU. lleva 18 meses atacando en Siria e Irak, Trump tiene una solución aún más radical: "Cortar la cabeza del Estado Islámico y tomar todo su petróleo".
Además, no ve nada de malo en la idea de torturar a los terroristas y perseguir a sus familiares.
Sostiene que los terroristas no tienen reglas, por lo que sugiere modificar la ley que prohíbe la tortura.
Guerras comerciales
Trump considera que los acuerdos de libre comercio no han sido beneficiosos para su país. Por lo tanto promete acuerdos mejor negociados en el futuro y medidas proteccionistas o guerras comerciales contra China, Japón y México.
Ha acusado a China y Japón de depreciar sus monedas nacionales en detrimento del dólar.
"Trump representa una amenaza grave de retorno al proteccionismo e imposición de nuevas tarifas sobre las importaciones", comentó Edward Alden, miembro del Consejo de Relaciones Exteriores, de EE.UU., citado por AFP.