Las primeras unidades de especialistas rusos han aterrizado en Palmira este jueves para realizar el desminado de la histórica ciudad siria, informa el Ministerio ruso de Defensa citado por la agencia TASS.
El 30 de marzo los expertos antiexplosivos rusos se dirigieron a Palmira para desminar la ciudad, recién liberada por el Ejército sirio con apoyo de la aviación rusa de manos del Estado Islámico.
Palmira, una ciudad siria de importancia histórica y simbólica, fue invadida por los yihadistas del Estado Islámico en mayo de 2015. Antes de salir de la ciudad, el Ejército sirio había evacuado a la mayoría de sus habitantes y había salvaguardado varios objetos históricos del Museo Central de Palmira. Sin embargo, durante estos meses los terroristas han destruido varios templos catalogados como patrimonio de la humanidad por la Unesco y han saqueado reliquias de miles de años de antigüedad.
Sin embargo, Vladímir Putin y la directora general de la Unesco, Irina Bókova, "se han puesto de acuerdo en que la Unesco, Rusia y Siria podrán, en un futuro próximo, tomar todas las medidas necesarias para evaluar los daños causados por los terroristas en Palmira y elaborarán un plan de restauración sobre lo que todavía es posible de recuperar", anunció Peskov.
Rusia empleará alta tecnología militar para limpiar Palmira de las minas del EI
El 28 de marzo el Ministerio ruso de Defensa de Rusia anunció que esta semana enviará a Siria un equipo de especialistas y sistemas robóticos para desminar Palmira. Las tropas rusas de ingeniería utilizarán diferentes dispositivos para desactivar los campos minados en esa localidad siria de gran valor histórico, como el sistema robótico multifuncional de desminado Urán-6. El robot se puede manejar desde una distancia máxima de 1.000 metros y funciona de manera similar a un tractor que ara la tierra, con la diferencia de que Urán-6 detona las minas que encuentra en su camino.
Además, será desplegado el sistema robótico multifuncional de desminado Urán-14. Este aparato está diseñado para extinguir incendios en instalaciones militares de alto riesgo, incluidos almacenes de armas y municiones. Tiene un peso de 14 toneladas y puede repostar dos toneladas de agua y 600 litros de espuma.
Entre otras novedades, las tropas de ingeniería rusa cuentan con un lanzador de cohetes autopropulsados UR-77 'Dragón eslavo'. Es capaz de abrir brechas de seis metros de ancho y entre 80 y 90 metros de longitud. El vehículo emplea dos cargas de unos 700 kilógramos de explosivos a una distancia de 500 metros que, una vez en el aire, se despliegan y caen en la superficie establecida. La detonación provoca que se activen las minas colocadas a su alrededor.