El carro de combate número uno de la Guerra Fría, el ruso T-72, está siendo sometido a una profunda modernización, destaca el autor del blog 'The Buzz' en la revista digital 'The National Interest', Dave Majumdar. En su opinión, la modernización es una alternativa económicamente justificada para Rusia frente al rearme adelantado con la novedosa plataforma de combate Armata.
"Prepárate, OTAN", advierte el autor. Según sus fuentes en la prensa rusa, el coste de la modernización contratada para este año a la fábrica UralVagonZavod es aproximadamente de 234 dólares por carro de combate. El total asciende a 2.500 millones de rublos, o 35 millones de dólares, lo que incluye unas 150 unidades.
"La decisión de modernizar el T-72B es un caso en el que la relación precio-eficacia es el factor determinante", explicó al periódico 'Izvestia' el experto en armamento Víktor Murajovski. A juzgar por la gran eficacia que estos tanques, dotados con parte del equipo nuevo, han demostrado en el conflicto sirio, los gastos parecen muy razonables.
La modernización incluye el cambio de cañón y de motor, detalla el blog. Un calculador balístico más moderno permitirá reducir el tiempo necesario para preparar cada disparo. Aparecerá un visor térmico en la mira principal, lo que garantizará la puntería de día y de noche en cualquier condición climática. El blindaje reactivo Kontakt-5 será sustituido por el dos veces más eficaz Relikt, diseñado originalmente para el modelo T-90.
La plataforma Armata, sobre la cual han sido desarrollados el carro de combate T-14, el vehículo blindado de infantería T-15 y el vehículo de ingenieros T-16, sigue siendo prioritaria en la modernización del Ejército ruso. Sin embargo, la mayoría de los tanques en servicio son modelos T-72 y T-90, informó a mediados de 2015 un blog dedicado a la reforma militar rusa. Sus fuentes permitieron calcular que en ese momento los T-72B3 estaban reemplazando gradualmente al resto de variedades a un ritmo de unas 300 unidades al año.