El grupo de expertos encargado de realizar el tercer peritaje independiente de los restos hallados en el basurero de Cocula, el lugar de la presunta desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa en septiembre de 2014, ha concluido este viernes que existe evidencia de que tuvo lugar un evento de fuego "de grandes dimensiones" y que por lo menos han sido recuperados restos óseos de 17 personas adultas, informa el rotativo 'Excelsior'.
"Al menos 17 personas fueron quemadas en el lugar", ha señalado Ricardo Damián Torres, el portavoz del grupo, sin dar más detalles.
Los peritos también han subrayado que "existe evidencia suficiente, inclusive observable físicamente, para afirmar que sí existió un evento de fuego controlado de grandes dimensiones en el lugar denominado 'basurero de Cocula'".
Torres ha agregado que continuarán trabajando para esclarecer científicamente la probabilidad de que se quemaran 43 cuerpos en el basurero.
Por otra parte, el informe del Equipo Argentino de Antropología Forense presentado el 9 de febrero pasado concluyó que no existen pruebas físicas o biológicas de que los 43 estudiantes fueran calcinados en el basurero en Cocula, como desde hace más de un año afirma la investigación oficial del Gobierno mexicano.
Peña Nieto denuncia "enormes distorsiones" en el caso de los 43 normalistas
El 7 de marzo el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, denunció en una entrevista a 'Excelsior' la existencia de "enormes distorsiones" en la investigación de la desaparición de los 43 estudiantes de Iguala. Peña Nieto destacó que el Gobierno tiene intención de "conocer la verdad, la misma que quieren saber los padres" de los 43 desaparecidos y que para este fin había sido organizada una "investigación profunda" que aún "no está agotada". "Tenemos una incógnita que despejar: qué pasó", agregó el mandatario.
Oficialmente, la investigación de la Procuraduría General de la República de México (PGR) va en línea de que los estudiantes fueron secuestrados y asesinados por grupos de narcotraficantes del estado de Guerrero que operaban en colaboración con varios policías del Estado, y sus restos fueron trasladados al basurero, donde acabaron siendo incinerados hasta tal punto que su identificación resulta imposible.
El 26 de septiembre de 2014, estudiantes de la Escuela Normal Rural trataron de tomar varios autobuses en Iguala para utilizarlos en su protesta cuando un grupo de policías locales y de individuos armados desconocidos abrieron fuego contra ellos. Seis personas fallecieron, 17 resultaron heridas y 43 estudiantes permanecen desaparecidos.