Grecia: Los refugiados protestan ante las deportaciones de la UE a Turquía
A pesar de que este lunes Grecia ha comenzado a deportar a los refugiados a Turquía, como parte del acuerdo firmado entre la UE y con ese país para controlar la afluencia masiva de refugiados a Europa, no cesan ni la llegada de personas a la costa griega ni las protestas de quienes esperan conocer su destino.
Según los voluntarios que asisten a los refugiados, la situación ha cambiado desde la rúbrica del pacto y, en las últimas semanas, este campo de refugiados de la isla de Lesbos se ha convertido en "una auténtica cárcel".
Según la organización Save The Children (Salven a los niños, en inglés), el recinto alberga a alrededor de 3.000 personas, de las cuales cerca de 1.000 son menores. Además, la ONG señala que 150 de esos jóvenes llegaron a la isla sin sus familias.
En cuanto a las condiciones en que viven los refugiados, la organización afirma que no necesitan comida, pero que no tienen ropa y duermen en tiendas de campaña o con mantas finas en el suelo, cuando por las noches las temperaturas bajan hasta cerca de 5 ºC.
Gorka Castillo, un periodista especializado en Oriente Medio, opina que, pese al acuerdo, Turquía no es "ninguna garantía de protección de derechos humanos" ni "de tratamiento adecuado a los refugiados".
Castillo opina que Europa trata de "externalizar" el problema y "esconder la cabeza bajo tierra, como las avestruces, e intentar paliar de alguna manera su responsabilidad" sobre el destino de miles de personas que llegan al viejo continente.