El presidente Barack Obama admitió que su mayor fracaso como presidente fue no pensar en las consecuencias de la intervención en Libia en 2011, después de la cual el país se vio sumido en el caos.
"[Mi peor error fue] probablemente no planificar el día de después de la intervención en Libia, cosa que creo que había que hacer", afirmó Obama en una entrevista para Fox News.
Bajo el mando de Obama, EE.UU. dejó su rastro en Libia, donde a partir de marzo de 2011 el país participó en una operación militar para derrocar a Muammar Gaddafi. Como resultado, el mandatario libio fue asesinado, lo que marcó el comienzo de un período de inestabilidad y de lucha armada por el poder que desembocó en la desintegración del país y el crecimiento del islamismo y el tribalismo.
En ese contexto, el pasado mes de marzo, el líder estadounidense criticó duramente a los líderes de Francia y de Reino Unido por involucrarse poco en Libia tras el derrocamiento de Gaddafi en 2011. En una entrevista con The Atlantic, Obama afirmó que tras la exitosa intervención militar que ayudó a la insurgencia en 2011, se dejó que Libia quedara fuera de control debido, sobre todo, a la inacción por parte de los aliados europeos. Además, en declaraciones que según medios occidentales suponen un ataque contra el primer ministro británico, David Cameron, Obama lo acusa de permitir que Libia se convirtiera en un "shit show" (espectáculo de mierda), siendo desgarrada por la violencia interna entre los grupos armados que controlan varias zonas del país.
En cuanto a su mayor logro, Obama señaló que cree que fueron las medidas que tomó justo después de asumir el cargo tras la recesión de 2008, "salvando la economía de la gran depresión".