Los familiares de las víctimas del 11-S han solicitado en repetidas ocasiones que se revele un informe del Congreso conocido como 'las 28 páginas', alegando que no representa una amenaza para la seguridad y que la verdad no debe ser ocultada.
RT ha hablado con el presidente del grupo de víctimas hispanas del 11-S, el puertorriqueño William Rodríguez, superviviente de los ataques contra las torres gemelas en Nueva York, donde trabajaba como conserje en la Torre Norte del World Trade Center.
Gracias a que Rodríguez llevaba una llave maestra que permitía el acceso a las escaleras de la torre, pudo ayudar a cientos de personas a escapar a un lugar seguro, y ha recibido varios premios por su heroísmo.
"Hemos estado luchando para que esto sea revelado en los últimos 15 años", explica el activista, en referencia a las 28 páginas. "¿Por qué mantener esta información en secreto durante tanto tiempo, cuando hemos estado abiertos a todos los otros niveles de información acerca de lo que sucedió el 11-S? Esto sorprende no solo las familias de las víctimas y a los supervivientes, sino también a muchas de las personas involucradas en la propia Comisión del 11-S", subraya Rodríguez.
"Somos supervivientes y estamos horrorizados de que haya pasado todo este tiempo para tratar de llegar a la verdad sobre lo que realmente sucedió ese día. ¿Por qué el Gobierno retiene esta información, sean cuales sean los intereses...?
Desde el momento en que me sacaron de entre los escombros, sentí que el Gobierno estaba muy nervioso por la información que estaba dando. Y deduje que si eso ocurrió con mi testimonio, es probable que haya ocurrido lo mismo con muchos otros testimonios
Al referirse a la legislación que permitiría a los estadounidenses demandar a Arabia Saudita, a la que se opone el presidente Barack Obama, Rodríguez asegura que "es obvio que hay intereses que, básicamente, no solo están manipulando la política de EE.UU., sino también la economía". "Cuando escuchas que el Gobierno saudí nos está amenazando con vender 740.000 millones de activos, es una clara indicación de que no podemos controlar lo que está pasando en nuestro propio Gobierno", señala el superviviente.
"Yo fui una de las personas que fueron entrevistadas, como muchas otras, por la Comisión del 11-S. Mi testimonio no fue incluido en el informe final. Se mantuvo como confidencial y secreto durante mucho tiempo, tal vez aún lo sea", sugiere.
Rodríguez afirma que ha estado hablando de este tema durante mucho tiempo. "Desde el momento en que me sacaron de entre los escombros, sentí que el Gobierno estaba muy nervioso por la información que estaba dando. Y deduje que si eso ocurrió con mi testimonio, es probable que haya ocurrido lo mismo con muchos otros testimonios", sostiene.
Según explica, el problema con esta situación es que ha dado pie a "un montón de teorías de la conspiración", debido a su carácter secreto, debido a la "confidencialidad que ponen sobre testimonios secretos de tanta gente que testificó para la Comisión del 11-S". "Todavía no se sabe lo que realmente sucedió el 11 de septiembre", subraya.
La relación a nivel de aliados entre EE.UU. y Arabia Saudita es, según Rodríguez, uno de los motivos para que el informe permanezca bloqueado. "Parece inmoral e inaceptable que estén manipulando a nuestro Gobierno, mientras estamos tratando de llegar a la verdad sobre lo que ocurrió el 11-S", dijo el superviviente, dando a entender que hubo "una conexión a nivel superior" entre funcionarios saudíes y los terroristas.
"Esas personas deben responder por sus actos", alega el activista, en referencia a las sospechas de que funcionarios saudíes podrían estar involucrados en la autoría intelectual de los atentados.
"Cuando esto sucedió nos enfrentamos a Al-Qaeda en Afganistán porque apoyaban a Bin Laden. ¿Por qué no podemos hacer lo mismo con los saudíes? Es un doble rasero y nosotros, las víctimas y los supervivientes, no lo aceptamos", concluye.