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"EE.UU. perjudica a la economía de Alemania para fortalecer sus propias exportaciones"
El economista Rudolf Hickel sostiene que EE.UU. ha explotado "descaradamente" el escándalo de Volkswagen para impulsar su propia industria automotriz.
El reconocido economista alemán Rudolf Hickel expresó a 'The Huffington Post' que "EE.UU. perjudica a la economía de Alemania para fortalecer sus propias exportaciones". Más concretamente, el experto se refirió al escándalo en torno a Volkswagen durante el pasado otoño, así como al acuerdo de libre comercio TTIP que, a su juicio, tendrá un impacto negativo sobre el crecimiento económico alemán.
De acuerdo con Hickel, EE.UU. muestra un doble rasero respecto al caso de Volkswagen, cuando las autoridades de EE.UU. descubrieron que la empresa alemana había manipulado los niveles de emisiones en los motores diésel. Washington, afirma el especialista, olvidó el escándalo de la fábrica estadounidense General Motors, con 124 personas muertas por un interruptor de arranque defectuoso.
En aquella oportunidad, destaca, las fallas masivas de la corporación norteamericana, que produjeron heridos y muertos, fueron castigadas "con la escasa suma" de 900 millones de dólares, comparándolo a la suma de indemnización que podría pagar el fabricante alemán tras alcanzar un acuerdo con las autoridades de EE.UU. Comprometiéndose a abonar 5.000 dólares a cada consumidor extranjero afectado, el costo total del escándalo para Volkswagen sería de unos 33.800 millones de dólares.
Washington quiere promover su propia industria a expensas del fabricante de autos alemán
"Las autoridades gubernamentales de Estados Unidos han explotado desvergonzadamente el escándalo de Volkswagen para fortalecer su propia posición empresarial", afirmó Hickel al periódico y agregó:"Washington quiere promover su propia industria a expensas del fabricante de autos alemán".
Sin embargo, según indica, no es la única situación en que el Estado norteamericano trató de obtener beneficios económicos a expensas de Europa. Otro ejemplo podría ser el acuerdo comercial transatlántico o TTIP, que resultará en enormes beneficios para las grandes corporaciones de Estados Unidos, pero que disminuirá los derechos de protección de los consumidores en ambos lados del Atlántico, sostiene.
Hickel agrega que si se implementa el TTIP, se producirá un crecimiento anual de solo el 0,1% entre las economías europeas, y del 2,2% en EE.UU.
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