El príncipe sustituto Mohamed ben Salman acumula cada vez más poder en el Gobierno de Arabia Saudita y avanza con su intención de romper la matriz petrolera para convertir al país en una potencia mundial de inversión.
Con ese objetivo, el joven príncipe está a la cabeza del 'Proyecto de la Visión de Arabia Saudita 2030', aunque su concreción será aún más complicada sin el apoyo de quienes manejaron la política económica saudita durante décadas, publicó el periódico británico 'The Independent'.
Ben Salman parece estar decidido en hacer prosperar sus proyectos, sin importar las objeciones, pero dejar en el ostracismo a los tecnócratas podría generarle alguna complicación.
En ese sentido, el rotativo refirió el análisis de Paul Sankey, quien aseguró que Ben Salman está "dejando de lado" las tradiciones e, incluso, podría utilizar al petróleo como un arma en la guerra de mercado tras el fracaso de las negociaciones en Doha. Esto lo alejaría aún más de los políticos tecnócratas que manejaron el sector petrolero durante décadas, a los que, no obstante, necesita para llevar adelante su proyecto 'Visión 2030'.
La iniciativa para abandonar la 'adicción' al petróleo avanza en un período de incertidumbre para la economía de Arabia Saudita, que sufrió déficit presupuestario en 2015, la notable caída del valor del crudo y una baja en la calificación de deuda por parte de la agencia Standard & Poor's.
Entre las propuestas reformistas del príncipe sustituto, figura la expansión del Fondo Público de Inversión hasta convertirlo en el mayor fondo soberano del mundo. El dinero, en parte, surgiría de lo recaudado por la venta de acciones de la petrolera estatal Aramco.
Sin embargo, y más allá de las divergencias internas, inversores y economistas internacionales también mostraron sus dudas sobre este proyecto y sobre la afirmación de Ben Salman de que el país dejará de depender del petróleo para 2020. Por eso, concluye el portal, el proceso de reconversión saudita aún es frágil y podría terminar como la pólvora mojada si no se detiene el enfrentamiento entre el príncipe y los antiguos tecnócratas.