La sangrienta realidad que se vive dentro de los territorios controlados por el Estado Islámico, está lejos de las 'maravillas' que la organización terrorista presenta en su propaganda con el fin de reclutar adeptos, afirma un excombatiente alemán en una entrevista al diario 'The Independent'.
"Cuando los yihadistas hablan en sus videos con armas en mano, se siente como que te están llamando: 'te necesitamos aquí', 'nuestros hermanos y hermanas te necesitan', 'nosotros traemos la paz, la dignidad y el honor'. Pero en la realidad, todo esto es una farsa, la mayoría de los videos son escenificados", dijo Harry Sarfo, un excartero del Correo Real británico que se convirtió al islam antes de trasladarse a Siria para enrolarse en las filas del EI.
Sarfo, de 27 años, que nació en Alemania pero creció en el Reino Unido, se encuentra en prisión en la ciudad alemana de Bremen a espera de un juicio por cargos de terrorismo tras huir del brutal régimen extremista. Harry insiste en que nunca ha matado a nadie, pero asegura haber sido testigo de innumerables ejecuciones y atrocidades mientras entrenaba en las "fuerzas especiales" del EI en la ciudad siria de Raqa entre abril y julio del año pasado.
"Amigos matando a sus amigos"
"Hermanos matando hermanos, esto no solo es antiislámico sino inhumano. Vi como un hermano de sangre mató a su propio hermano por sospechas de ser un espía. El EI dio la orden de matarlo. Amigos matando a sus amigos", recuerda el exyihadista, quien advirtió a los jóvenes no dejarse engañar por la propaganda de los terroristas que pretenden "mostrar una 'fantástica' vida diaria dentro del califato".
Muchos han intentado huir, pero están muertos o en la cárcel a la espera de ejecución
El Estado Islámico suele difundir videos sobre brutales ejecuciones de rehenes, pero su amplia red de medios procura atenuar la violencia con imágenes atractivas de la vida bajo su dominio. Muchos videos muestran a sus militantes rodeados de niños, repartiendo dulces o distribuyendo alimentos entre las familias que permanecen en sus territorios, mientras que en otros tratan de retratar un ambiente de amistad entre los combatientes y su estilo de vida, señala el diario británico.
Pero Sarfo asegura que los cuatro meses viviendo dentro del EI fueron de "asombrosa dificultad y brutalidad". Además de las frecuentes lapidaciones y decapitaciones, describió los bombardeos diarios a ciudades desoladas confinadas por los puestos de control, donde la sharia impone a mano armada sus reglas a la población.
El 'romanticismo' terrorista que atrae a las mujeres
"Una vez allí se dará cuenta, pero será demasiado tarde para dar marcha atrás", dijo instando a otros jóvenes europeos a no repetir su error. "Las mujeres que llegan al EI, piensan que es algo romántico, que van a casarse y vivir felices para siempre. La realidad es totalmente diferente. No hay libertad encerrado en una casa, su hijo nacerá para morir por nada. Si el esposo muere, tendrá que volver a casarse si quiere ver la luz del sol de nuevo. Si intenta salir, la detendrán y la ejecución será su destino", relató.
Asimismo, Harry instó a los jóvenes musulmanes a no malgastar sus vidas y no permitir que el EI "lave sus cerebros y destruya sus almas". También confesó que en un principio estaba dispuesto a dar su vida en nombre del grupo extremista, al igual que otros combatientes que conoció de "muchos países".
Sabía que si moría allí, nunca sería capaz de pasar por las puertas del paraíso
Pero al igual que otros mercenarios, el alemán, de descendencia africana, se desilusionó de la ideología de la organización yihadista. "Muchos han intentado huir, pero están muertos o en la cárcel a la espera de ejecución. Hablé con muchas personas que querían salir, pero muchos me dijeron que es imposible", comentó.
Tras estudiar el Corán, Sarfo llegó a la conclusión de que el EI es "totalmente antiislámico". "Llegué a la conclusión de que este no es el camino al paraíso, sino el camino al infierno. Sabía que si moría allí, nunca sería capaz de pasar por las puertas del paraíso", agregó, por lo que decidió escapar mientras estaba internado en un hospital tratándose una enfermedad. Sin embargo, su camino hacia la libertad no fue nada fácil, según cuenta en la entrevista, porque tuvo que sortear muchos obstáculos y en repetidas ocasiones estuvo al borde de la muerte.