El Pentágono está realmente preocupado ante la posibilidad de perder su dominio armamentista mundial, esta vez en un nuevo frente: el espacio, según un artículo publicado por 'The Washington Post'. Varias pruebas realizadas por China hace más de tres años dieron como resultado la puesta en órbita de equipos especializados a casi 40.000 kilómetros, una altura en la que Estados Unidos mantiene su tecnología espacial más sensible de espionaje y armas de precisión.
Debemos reconocer que, más allá de nuestros esfuerzos, el conflicto armado puede extenderse al espacio
El éxito de las pruebas de Pekín provocó el reinicio de la campaña armamentista espacial estadounidense, un país que ha invertido miles de millones de dólares en proteger lo que ha denominado como "su bien más valioso en el espacio".
Según el Pentágono, Rusia y China desarrollan satélites y equipos de defensa antiaérea mucho más potentes y resistentes a las interferencias, que posteriormente son puestos en órbita y representan un peligro para los intereses de Washington. Además, la Defensa norteamericana ha declarado que estos dos países desarrollan sus capacidades para atacar a Estados Unidos en el espacio exterior.
Por su parte, la Fuerza Aérea estadounidense ha optado por instalar una red de pequeños satélites en el espacio, centrando su atención en las tecnologías de guerra radioelectrónica contra otros objetivos espaciales. Sus actuales equipos satelitales son considerados 'blancos fáciles'.
"Debemos reconocer que más allá de nuestros esfuerzos, el conflicto armado puede extenderse al espacio", declaró recientemente Cecil Haney, comandante estratégico de las Fuerzas Armadas norteamericanas. Sin embargo, el propio Gobierno estadounidense ha reconocido que un conflicto en el espacio no es de interés de ninguna de las partes involucradas.