¿Podrán los submarinos nucleares chinos Jin convertirse en una nave de referencia?

Los sumergibles nucleares clase Jin, cuyo programa China desarrolla gradualmente pero sin pausa, aspiran a convertirse en la primera fuerza marítima del país con capacidad de contrarrestar un ataque nuclear. No obstante, organismos internacionales consideran que Pekín tiene "un largo camino por recorrer" en esta dirección, señala el artículo publicado por 'The National Interest'.

Dudas sobre su potencial

Según los expertos, los Jin o submarinos tipo 94, capaces de ser invisibles ante los radares y dotados con misiles de reentrada múltiple JL-2 con un alcance de más de 7.400 kilómetros, poseen un gran potencial para convertirse en un componente primordial a la hora de resistir y contrarrestar eficazmente un ataque. Sin embargo, un reporte del año 2013 basado en un estudio de la Oficina de Inteligencia Naval de EE.UU. que comparaba el ruido de baja frecuencia de varios tipos de submarinos, señala que los sumergibles del país asiático podrían tener defectos importantes que los harían vulnerables frente a los radares y sistemas de guerra antisubmarina (ASW, por sus siglas en inglés). 

Otros obstáculos

Pero no solo sus naves atraviesan dificultades. Por otro lado, China se enfrenta a varios obstáculos burocráticos y de infraestructura que ponen en riesgo la efectividad de su flota marina. De acuerdo con la publicación, se desconoce si el país cuenta con estaciones de comunicación avanzadas o aeronaves equipadas con antenas. Por tanto, se presume que existen deficiencias entre los mandos de control en tierra y las naves bajo el agua a la hora de buscar un contacto eficiente a largas distancia sin ser detectado.

Pese a que aún existen aspectos por mejorar, el establecimiento de bases aéreas y la optimización de los puestos de control en sus aguas podrían permitirle a China contrarrestar los sistemas ASW en caso de un enfrentamiento y asegurar el paso a su flota hacia el océano Pacífico. Aunque los Jin aún se encuentran en desarrollo, Pekín será capaz de atender de manera integral los inconvenientes antes mencionados, aunque podría resultar un tarea extremadamente difícil, concluye el artículo.