El presidente interino de Brasil, Michel Temer, presentó este martes su proyecto de reformas económicas, afirmando que tiene la misión (divina, según sus palabras) de salvar a Brasil de la crisis, informa Bloomberg.
"Dios me impuso una misión, que es salvar al país de la crisis", afirmó el presidente interino, insistiendo en la necesidad de llevar a cabo una "pacificación nacional", porque no se puede "admitir una guerra entre brasileños". Además precisó que "ninguna medida será tomada sin un acuerdo con la sociedad".
Medidas de austeridad
El objetivo principal del Gabinete de Michel Temer es hacer todo lo posible para limitar el crecimiento del gasto público. Para poder limitarlo de forma permanente, buscará la aprobación de una enmienda constitucional, lo que según el líder del Gobierno sería la mejor opción para reducir las tasas de interés y restablecer la solvencia del país.
"El recorte en las cuentas públicas afectará, previsiblemente, a todas las áreas. En principio no habrá aumento de impuestos. La carga tributaria ya es muy alta", ha declarado Temer en la reunión con los líderes del Congreso.
El mismo martes se celebró en el Congreso la votación sobre la nueva meta de déficit fiscal para 2016, la peor en la historia de Brasil: 170.500 millones de reales (unos 47.901 millones de dólares).
Temer anunció también el nombramiento de una comisión que deberá negociar reformas en el sistema de pensiones de jubilación y el cierre del fondo soberano de riqueza.
Petrobras sigue en el epicentro de los escándalos
Entre las varias propuestas del nuevo Gabinete figuran también medidas referentes a la petrolera estatal Petrobras, que sigue siendo una piedra angular de la crisis política en Brasil. Mientras que Temer ha anunciado que el Gobierno discutirá la necesidad de acelerar el cumplimiento de la decisión de que Petrobras deje de estar obligada a extraer petróleo en yacimientos marinos a gran profundidad, la Policía Federal de Brasil inició la fase número 30 de la Operación Lava Jato con la expedición de 37 órdenes de búsqueda y captura sobre funcionarios involucrados en el escándalo de corrupción de la petrolera en los estados de Río de Janeiro y São Paulo.
Al mismo tiempo, en vísperas de la presentación del nuevo plan económico, el lunes el ministro brasileño de Planificación, Romero Jucá, abandonó temporalmente su cargo tras la revelación de una grabación en la cual dice que la destitución de Dilma Rousseff es la mejor opción para frenar las investigaciones sobre la compañía. Este nuevo escándalo es otro golpe sensible para Temer. De los nuevos 23 ministros de su gabinete, siete están procesados o están siendo investigados por delitos de corrupción, mientras que 12 recibieron donaciones de empresas vinculadas con el escándalo de lavado de dinero de la estatal Petrobras.