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"Súbita" y "extraña" carrera armamentística en el Mediterráneo sur: ¿De quién quieren defenderse?
"El Mediterráneo sur es ahora una zona mucho mejor armada. Y eso tendrá consecuencias", asevera el periodista Pepe Cervera.
"Una de las más inesperadas consecuencias de las primaveras árabes ha sido la súbita aparición de una carrera de armamento naval en el Mediterráneo sur", escribe en su nuevo artículo para El Confidencial el periodista Pepe Cervera, quien analiza los recientes esfuerzos y planes de reconstrucción de las Armadas de los países del norte de África.
En este sentido, el analista destaca la reciente y "súbita compra masiva de navíos" por parte de Egipto y Argelia; la inversión, aunque a una escala más pequeña, de Túnez en su Armada; o los esfuerzos de Marruecos para reforzar su Marina de guerra, por lo que advierte de que en los próximos años, "esta zona del Mediterráneo se va a encontrar con varias agrupaciones de combate más que serias, centradas en buques anfibios y con armamento moderno y letal".
"Lo que no acaba de quedar claro es cuál es la amenaza a la que pretenden enfrentarse", agrega el experto.
Egipto
El primer ejemplo de la citada carrera de armamento naval es Egipto, que en los últimos años lleva a cabo "un ambicioso programa de rearme", con múltiples adquisiciones de armamento, sobre todo para su Armada, que, según el periodista, ya es "en una de las más importantes del Mediterráneo".
Lo que no acaba de quedar claro es cuál es la amenaza a la que pretenden enfrentarse
Entre todas las adquisiciones, el autor destaca la de los dos buques anfibios franceses de clase Mistral construidos para Rusia, que se convertirán en el núcleo de dos grupos de tareas, uno en el Mediterráneo y otro en el mar Rojo.
Además, El Cairo ha adquirido cuatro corbetas clase Gowind y una fragata de clase FREMM, y parece estar negociando la compra de otra FREMM y dos Gowind más, a las que se une la compra de cuatro submarinos clase Tipo 209, de fabricación alemana; otros cuatro submarinos clase Romeo, de construcción china; además de varias fragatas y lanchas torpederas y lanzamisiles que ya posee este país norteafricano.
El experto estima que con estas naves Egipto puede formar dos potentes grupos de tareas, cada uno de los cuales supondrá "un serio vuelco de la situación en su área ya que dispondrá de la capacidad de realizar ataques de misiles, aéreos y terrestres en cualquier punto de las costas, además de defenderse y atacar a cualquier flota que intente impedírselo".
Además, subraya, estas dos formaciones tienen capacidad de proyección estratégica, "y su súbita llegada en términos de estrategia naval, donde los planes de construcción suelen durar décadas, hace pensar en cuál puede ser la necesidad egipcia de esta flota".
Argelia
Argelia es otro país que ha logrado crear una "sustancial armada" en plena era de turbulencia social. Argel ha comprado un buque anfibio Kalaat Beni-Abbes de 8.800 toneladas a Italia; dos nuevos submarinos de la clase Kilo a Rusia; tres fragatas de la clase C28A a China, entre otras adquisiciones, además de las naves que ya están en posesión de la Armada argelina.
Para Pepe Cervera, "con esta nueva flota, Argelia cuenta con capacidades antes insospechadas", que son "más que suficientes para suponer un serio riesgo para cualquier atacante".
Túnez, Libia y Marruecos
Según el experto, los vecinos de Argelia "no están en condiciones de plantar cara a semejante arsenal", aunque incluso Libia, que se encuentra en plena guerra civil y con "una flota demediada", ha mostrado su interés en reforzar sus fuerzas armadas en futuro.
El Mediterráneo sur es ahora una zona mucho mejor armada. Y eso tendrá consecuencias
Mientras tanto, Túnez solo cuenta con algunas lanchas patrulleras y lanzamisiles; la Marina libia se ha visto degradada por los años de guerra civil, y la Armada israelí "es un caso especial", ya que está diseñada solamente para la protección costera y la proyección de fuerza a largas distancias.
Finalmente, Marruecos ha recibido desde 2012 una fragata de clase FREMM y tres de clase Sigma. Dispone también de dos fragatas francesas de clase Floréal, varias corbetas antiguas y unas patrulleras con misiles de la clase Lazaga.
Una situación "extraña"
De esta manera, "dos países recién salidos de crisis internas graves y aún inestables que aparentemente no se enfrentan a amenazas serias están invirtiendo en la expansión de sus flotas de combate", resume el analista, quien opina que esta situación es "un tanto extraña".
A su juicio, aunque una Marina de guerra "no nace simplemente comprando barcos, (...) la súbita aparición en una región turbulenta del globo de dos flotas semejantes desde luego que cambiará el panorama, aunque sea local".
"El Mediterráneo sur es ahora una zona mucho mejor armada. Y eso tendrá consecuencias", asevera Cervera.
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