Un debate que no aclara cómo saldrá España del 'laberinto' de los pactos
Mariano Rajoy (Partido Popular), Pedro Sánchez (Partido Socialista), Pablo Iglesias (Unidos Podemos) y Albert Rivera (Ciudadanos) se enfrentaron este lunes en el único debate a cuatro que se contempla en la campaña electoral española. El debate duró dos horas y media, y se estructuró en torno a cuatro grandes temas: economía y empleo, políticas sociales, regeneración democrática y reformas institucionales, y política exterior.
A pesar de que el debate fue sustancialmente más interesante que el celebrado durante la campaña electoral de los pasados comicios del 20 de diciembre, en el que el presidente español en funciones, Mariano Rajoy, se negó a participar en un debate a cuatro y sólo mantuvo un enfrentamiento directo con el líder del partido socialista, Pedro Sánchez, este debate estuvo marcado por la falta de espontaneidad y ritmo ya habituales en este tipo de espectáculos televisivos en España.
La nota de humor la puso Izquierda Unida, partido que concurrirá a las próximas elecciones en coalición con Podemos y el resto de confluencias, antes del inicio del debate. La formación de izquierdas llamaba a los tuiteros a tomarse un "chupito" cada vez que se nombraran las palabras "comunismo", "Venezuela", "Maduro", "Grecia", "populismo", "PCE (Partido Comunista Español)", "radicales" y "extremistas", en clara alusión a todos los ataques que ha recibido Unidos Podemos durante las últimas semanas por los partidos liderados por Mariano Rajoy y Albert Rivera.
Queremos fotos tachando vuestros bingos y tomando chupitos, ¿ok? #debate13J#13JdebateL6pic.twitter.com/1qf2XD5dGw
— Izquierda Unida (@iunida) 13 de junio de 2016
Y los españoles tomaron unos cuantos chupitos… pero tampoco llegaron a emborracharse.
Si en las últimas semanas Ciudadanos se ha centrado en acusar a Unidos Podemos de apoyar al Gobierno de Maduro, en un intento por restar credibilidad a la nueva formación, en el debate electoral Rivera ha cambiado su estrategia y ha centrado sus ataques contra Pablo Iglesias en la situación económica de Grecia, aunque tampoco han faltado un par de referencias al país latinoamericano.
Venezuela da paso a Grecia como escenario de la campaña
Este cambio de estrategia no ha pillado por sorpresa a nadie: mientras Rivera ha ido aumentando el tono de sus acusaciones contra Iglesias por apoyar a Maduro durante la precampaña electoral, Unidos Podemos ha ido incrementando su estimación de voto y escaños, según las encuestas.
Hasta seis veces nombró el líder de Ciudadanos a Grecia durante el debate electoral, cuatro de ellas durante los primeros 40 minutos de debate, en los que ha aprovechado cada una de sus propuestas económicas para afirmar "Grecia no es la solución".
Hasta seis veces nombró el líder de Ciudadanos a Grecia durante el debate electoral
En este sentido, el momento estrella se vivió cuando Rivera ha arremetido contra Pablo Iglesias en el primer bloque, destinado a economía y empleo: "Podemos lo que propone es una subida masiva de impuestos. Mire, señor Iglesias, no se puede machacar a impuestos a las clases medias", y ha criticado a Podemos por "esconder subidas de impuestos en un catálogo de Ikea" y de recurrir a las recetas de Grecia. "El modelo griego no lo queremos para España", ha añadido.
Rajoy también nombró al país mediterráneo en un par de ocasiones para justificar los recortes que ha llevado a cabo su Gobierno "y si no, estaríamos ahora como Grecia".
Referencias al Gobierno de Maduro y la financiación de Podemos
Rivera también ha aprovechado su turno dedicado a la regeneración democrática para cargar, una vez más, contra Podemos. "Usted no pide dinero a los bancos porque se lo da el Gobierno de Maduro, siete millones de la fundación CEPS", dijo el candidato de Ciudadanos.
"Yo entiendo las dificultades políticas de algunos, pero no se puede acusar de un delito en un debate entre candidatos a la Presidencia cuando hasta en cinco ocasiones el Tribunal Supremo ha archivado las denuncias", recordaba Iglesias, que pasaba al ataque.
"A mí me parece muy bien que algunos quieran convertir su partido en Manos Limpias o que tengan mucha preocupación por su resultado electoral, pero no puedo aceptar que en un debate de candidatos a la Presidencia se acuse a mi formación de un delito tan grave como financiación ilegal cuando el Supremo lo ha archivado hasta cuatro veces", ha añadido el líder de Podemos.
La corrupción, el momento más tenso para Rajoy
Los momentos más incómodos para el presidente español en funciones han surgido en torno al bloque sobre regeneración democrática y, concretamente, sobre la corrupción.
No puede haber un nuevo Gobierno que no luche contra la corrupción y que su presidente no tenga autoridad moral para liderar eso
El líder socialista, Pedro Sánchez, sacaba en el debate el tema del famoso mensaje de Rajoy a Luis Bárcenas - ex tesorero del Partido Popular nombrado directamente por Rajoy que está imputado actualmente por su implicación en la trama de corrupción denominada 'Gürtel' - cuando ya se conocía su fortuna en Suiza. Además, tanto el líder socialista como Iglesias le han nombrado varios de los casos de corrupción en los que están implicados miembros del PP.
La respuesta de Rajoy ha empezado por un "¿qué quiere que le diga?", antes de citarle los casos de corrupción en Andalucía y los dos expresidentes socialistas que están imputados, José Antonio Griñán y Manuel Chaves.
Por su parte, el líder de Ciudadanos ha afirmado que "no puede haber un nuevo Gobierno que no luche contra la corrupción y que su presidente no tenga autoridad moral para liderar eso", a la vez que ha mostrado los papeles de Bárcenas para recordar que esas anotaciones recogen "340.000 euros" entregadas supuestamente a Rajoy.
El presidente en funciones sostuvo que "no se derrota la corrupción ni con aspavientos ni con inquisiciones", sino con reformas legales y haciendo que haya "castigo" para los corruptos. Además, emplazó al líder de Ciudadanos a aclarar lo que dijo en un programa de televisión sobre que en su etapa laboral había realizado pagos con dinero negro.
Los susurros de Iglesias a Sánchez: "Yo no soy el adversario"
En varias ocasiones, Sánchez acusó a Iglesias de acabar con el "gobierno del progreso" buscado por su partido tras los pasados comicios del 20 de diciembre. Iglesias, por su parte, repetía una y otra vez los mismo: "Sr Sánchez, se equivoca de adversario".
El adversario es Rajoy, Pedro... es Rajoy
Consciente de que su partido necesitará al PSOE para poder gobernar, el líder de Podemos tendió la mano durante todo el debate a Pedro Sánchez. Sin embargo, el líder socialista respondía rechazando cada uno de los guiños que el candidato de Unidos Podemos le hacía: "Le pido a los ciudadanos que no tropiecen dos veces en la misma piedra de aquellos que piden el voto para el cambio y acaban bloqueando el cambio", dijo Sánchez en alusión al fracaso de las negociaciones con Podemos tras los comicios del 20D.
"El adversario es Rajoy, Pedro... es Rajoy", respondía Pablo Iglesias al borde del susurro.
Un debate que finaliza sin aclarar los posibles pactos
Iglesias fue el único de los cuatro candidatos a la Presidencia del Gobierno que dijo con total claridad con quien pactaría: "Haremos la misma propuesta. Un pacto de gobierno de coalición con el PSOE". Iglesias considera que el presidente que surja de esa coalición debería ser "el que tenga más votos", despejando así parte de la discusión sobre si la unidad de medida para esa decisión son los votos o los escaños.
Resumen: Ninguno de los candidatos ha llevado al debate ni una sola propuesta nueva, han sorteado los bloques con discursos elaborados previamente y la falta de espontaneidad ha sido la característica general de todo el "enfrentamiento".
María Jesús Vigo Pastur