El tiroteo masivo que ha vivido Dallas es el ataque más letal a oficiales que se encontraban de servicio desde el 11-S, según los medios estadounidenses. Vamos a explicar cómo sucedieron los hechos.
¿Qué ha sucedido?
La ciudad de Dallas (Texas, Estados Unidos) acogía unas protestas ciudadanas para pedir justicia por los dos afroamericanos que esta semana murieron asesinados a manos de agentes de policía en menos de 48 horas. Durante esa manifestación, se produjo un tiroteo.
¿Cuántas víctimas hay?
Según ha informado el jefe de la Policía de Dallas, al menos dos civiles y 12 policías recibieron balazos. Cinco de los oficiales han muerto y otros siete han resultado "gravemente heridos".
¿Quién ha disparado?
Los investigadores han identificado al sospechoso: Micah Xavier Johnson, un joven de 25 años de Mesquite, Texas. Era "el único tirador en este incidente", según dijo el alcalde de Dallas, Mike Rawlings.
Según los últimos datos, Micah X. Johnson es un veterano de Afganistán.
El agresor ha confesado que actuaba solo y no formaba parte de ningún grupo. Además, ese tirador ha indicado que no quería matar a los policías negros, sino a los blancos, por lo que se encuentra "muy apenado".
Por otro lado, un grupo de radicales que se hace llamar "Organización Política de Poder Negro" (BPPO, por sus siglas en inglés), ha publicado en Facebook que en los próximos días se producirán más ataques.
¿Cómo han reaccionado las autoridades?
Tras estos sucesos, la Agencia Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos ha restringido el espacio aéreo sobre Dallas, en donde "solo aviones de operaciones de ayuda, bajo la dirección del Departamento de Policía de Dallas, están autorizados" a volar. El alcalde de la ciudad, Mike Rawlings, ha declarado que "nuestra peor pesadilla ha sucedido" y que se trata de "un momento descorazonador".
Asimismo, el presidente de EE.UU., Barack Obama, ha condenado los hechos durante una comparecencia en Varsovia (Polonia), donde se encuentra para asistir a la cumbre de la OTAN: "Ha sido un ataque atroz, calculado y despreciable contra agentes de seguridad". El mandatario también ha señalado que, una vez que se aclaren los hechos, habrá que reabrir el debate sobre la facilidad que existe en su país para conseguir armas de fuego muy potentes, una circunstancia que provoca que este tipo de ataques sean "más letales".
Respecto a los motivos por los cuales las personas protestaban, el inquilino de la Casa Blanca lamentó que "hemos visto este tipo de tragedias demasiadas veces" y especificó: "No es solo un problema negro. No es solo un problema hispano. Es un problema americano y nos debería preocupar a todos".
¿Por qué ha sucedido?
Estos sucesos son consecuencia de los últimos casos de violencia policial en EE.UU., tras los cuales se convocaron numerosas manifestaciones en diferentes ciudades del país.
La noche del 6 de julio, Philando Castile, un afroamericano de 32 años, falleció en Falcon Heights (Minnesota) por los disparos de un agente de Policía, que le había dado el alto porque su vehículo tenía un faro trasero roto. Menos de 48 horas después, Alton Sterling, un hombre de 37 años que vendía CD en la localidad de Baton Rouge (Luisiana), murió a manos de dos oficiales, que le dispararon cuando ya había sido reducido.
Ambos incidentes fueron grabados por testigos y han agravado tanto la herida racial del país como la desconfianza de las minorías étnicas hacia las fuerzas policiales.
La directora del laboratorio de Latinoamérica y el Caribe de la Universidad de Columbia, Clara Irazábal, afirma que estas muertes forman parte de una guerra racial que el país está viviendo desde hace mucho tiempo. Señala que en EE.UU. urge una regulación del uso de armas.