El grupo Estado Islámico ha derribado este sábado un helicóptero sirio Mi-25 cerca de la ciudad de Palmira. Los dos pilotos rusos del aparato fallecieron, informa el Ministerio de Defensa de Rusia, citado por TASS.
"La tripulación recibió la petición del jefe de la unidad siria de atacar desde el aire a los terroristas que avanzaban; el capitán de la aeronave, Rafagat Jabibulin, atacó (...); al regresar, el helicóptero fue atacado desde tierra por los terroristas y cayó en un territorio controlado por el Ejército sirio. La tripulación del helicóptero falleció", señala un comunicado oficial del ministerio. El nombre del segundo piloto es Yevgueni Dolguin.
El informe del Ministerio de la Defensa indica que las acciones efectivas de los pilotos permitieron evitar el avance de terroristas que amenazaban con ocupar importantes posiciones estratégicas.El Ejército sirio no disponía de unidades de reserva en esa zona para impedir el ataque.
Jabibulin y Dolgin son la duodécima y la decimotercera víctimas rusas del conflicto en Siria confirmadas por Moscú. Ambos pilotos han recibido póstumamente altas condecoraciones estatales.
El 19 de junio el soldado ruso Andréi Timoshénkov murió en la provincia de Homs tras impedir la irrupción de un coche bomba en una zona de entrega de ayuda humanitaria a la población.
Timoshénkov detuvo el coche bomba al abrir fuego contra él con un arma pequeña. Tras la explosión del coche bomba conducido por un terrorista suicida el militar ruso resultó herido mortalmente. Los médicos militares de la base aérea Jmeimim lucharon durante más de un día por salvar al soldado. Sin embargo, Timoshénkov falleció el 16 de junio debido a las graves heridas.