La cumbre de la OTAN que se celebró la semana pasada en Varsovia aprobó decisiones que pueden desencadenar "un proceso de aceleración de militarismo dirigido hacia Rusia a través de Europa", explica Dan Lazare, experto en relaciones internacionales, a Sputnik.
En la cumbre de dos días se confirmó que la OTAN tiene previsto desplegar cuatro batallones multinacionales, de 600 a 1.000 militares cada uno, en Polonia y los países bálticos (Estonia, Letonia, Lituania) en el marco de su política de contención frente a Rusia.
"La cumbre de la OTAN muestra cómo el militarismo está adquiriendo vida propia", subraya Lazare.
El experto señala que la decisión sobre la acumulación y los esfuerzos para aumentar la confrontación entre Rusia y la OTAN fue tomada en contra la voluntad de los dos principales Estados miembro de la alianza, Alemania y Francia. En este sentido, "el presidente francés, François Hollande, dijo que "la OTAN de ninguna forma tiene que dictar qué relaciones con Rusia debe tener Europa". "Para Francia, Rusia no es el enemigo, ni es una amenaza", concluyó el mandatario en el marco de la cumbre.
Tras las decisiones de la cumbre, la portavoz de la cancillería rusa Maria Zakharova respondió que EE.UU. y la OTAN "ignoran intencionalmente las consecuencias negativas a largo plazo y los riesgos que para todo el sistema de seguridad euroatlántica surgen a causa de las acciones de Washington y Bruselas destinadas a cambiar el equilibrio actual y, en particular, al llevar a cabo de forma forzada los planes antimisiles en Europa".