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El increíble crecimiento de la inmigración ilegal china a EE.UU.

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Las estadísticas demuestran que cada vez más chinos sin documentación son interceptados en los controles fronterizos entre México y EE.UU.
El increíble crecimiento de la inmigración ilegal china a EE.UU.

Los datos son contundentes. Mientras en 2014 la patrulla fronteriza de San Diego (California, Estados Unidos) solo interceptó a cinco personas de nacionalidad china en la frontera de su país con México, desde octubre de 2015 hasta junio de 2016 ese número ha aumentado a 752.

Wendi Lee, portavoz de la Agencia de Aduanas y Patrulla Fronteriza de EE.UU. (CBP, por sus siglas en inglés), ha señalado que "no existen registros" de los años anteriores porque "no se produjo ningún arresto de ciudadanos chinos". No obstante, para Muzaffar Chishti, del Instituto de Política Migratoria (MPI), el fenómeno no resulta tan extraordinario porque "cuando miras el esquema global de la inmigración irregular hacia EE.UU., incluso la que pasa específicamente por esa parte de la frontera, se trata de un fenómeno menor".

Más allá de las apreciaciones sobre la magnitud del fenómeno, esta inmigración ilegal acompaña un claro crecimiento de la comunidad china en los EE.UU. Según el MPI, actualmente el chino —con sus distintos dialectos— es el tercer idioma más hablado en el país, tras el inglés y el español, mientras que los chinos ya conforman el tercer grupo de inmigrantes en territorio estadounidense, por detrás de mexicanos e indios.

Los asiáticos quieren superar a los hispanos

Si bien la población de inmigrantes procedentes de América Latina sigue siendo la primera minoría de EE.UU., con 55,3 millones de personas, los asiáticos experimentan un crecimiento sostenido.

Por ejemplo, un censo de 2015 refleja un crecimiento del 3,4 % en la población asiática y del 2,2 % en el colectivo hispano. Este estudio estimó que en Estados Unidos viven 21 millones de asiáticos y que, mientras que en 2005 representaban un 23 % de los inmigrantes, ahora alcanzan el 26 %.

Otro dato relevante de ese informe es que de 2009 a 2014 un millón de mexicanos abandonaron Estados Unidos para regresar a su país, en contraposición a sus 870.000 compatriotas que realizaron el camino inverso en el mismo periodo.

Los motivos de la inmigración

A pesar de que todavía no se han realizado estudios detallados al respecto, existen distintas hipótesis sobre ese crecimiento de la inmigración ilegal china a EE.UU. El motivo que más peso cobra apunta a las necesidades económicas de los migrantes.

Muzaffar Chishti sostiene que "la inmigración irregular casi siempre sigue a la regular" y subraya que muchas de las personas sin papeles "llegan con la esperanza de reunirse con sus familiares, que ya están establecidos en EE.UU. de forma legal".

Este integrante del MPI añade que "durante los últimos dos años, la inmigración regular desde China e India" hacia EE.UU." está dejando atrás a la migración desde México" que, históricamente, ha sido la más alta en ese país.

Otras teorías, que probablemente se conjugan con la idea que plantea Chishti, hacen referencia a los vuelos directos que existen entre China y el estado mexicano de Tijuana —fronterizo con San Diego— y al hecho de que los requisitos de visa para los ciudadanos chinos en México u otros países centroamericanos, como Honduras o Guatemala, son menos estrictos.

Un camino a la deportación

La mayoría de los ciudadanos chinos sin papeles interceptados en la frontera tienen entre 20 y 30 años. En general, viajan en grupos de cinco o seis personas, de las cuales al menos una habla español o inglés. De acuerdo con la Agencia de Aduanas y Patrulla Fronteriza, hasta el momento no han encontrado a ningún niño.

Una vez que las autoridades los encuentran, los trasladan al centro de detención de la CBP, en donde investigan sus antecedentes, les toman los datos y les abren una causa. Allí, según marca la ley, les proporcionan un traductor y les permiten comunicarse con el consulado de su país o con algún familiar.

Posteriormente, esas persona quedan bajo la órbita del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, entidad que define si la persona queda detenida hasta que un juez resuelva su situación migratoria o sale en libertad condicional. Finalmente, un magistrado estudia cada caso y emite un fallo que, en la mayoría de las ocasiones, supone la deportación a China.

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