Este miércoles, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ordenó la toma de los cinco puertos del país para que, con ayuda del ejército, se garantice el abastecimiento en los anaqueles.
"Hemos tomado la decisión de una Autoridad Única por cada puerto. Quiere decir que ese compañero que estamos designando como autoridad única debe asumir plena y totalmente la responsabilidad de todo lo que pase en los puertos", dijo el mandatario, citado por VTV.
El decreto que faculta a las nuevas autoridades, que custodiarán los puertos de toda la costa venezolana, saldrá publicado el jueves en Gaceta Oficial. La toma de esas instalaciones, resaltó Maduro, es vital mientras el país dependa de la importación de materias primas y bienes de consumo.
Por esa razón, insistió en que la economía debe dar pasos decisivos a la superación del modelo rentista y monoproductor de hidrocarburos, cuya fragilidad se ha demostrado crudamente el último año para Venezuela: el país petrolero vio mermar en casi 70% su capacidad de compra por la caída del ingreso.
La medida del gobierno coincide con el lanzamiento de la Gran Misión Abastecimiento Soberano, un nuevo programa social que busca sanear el lesionado sistema de comercialización y distribución de alimentos, medicinas y materias primas en Venezuela, declaró el ministro de Alimentación, Rodolfo Marco Torres, en entrevista a AVN.
El titular de Alimentación destacó que el rol de las Fuerzas Armadas será de acompañamiento y no implica expropiaciones o tomas de empresas: "Es el resguardo y supervisión directa de la producción, la distribución de alimentos, medicinas y productos básicos".
En el último año, la crisis económica se ha visto reflejada principalmente en la mesa del venezolano. Los rubros prioritarios de la cesta básica, que se ofertan a precios regulados por el Estado, han desaparecido de los anaqueles por mafias que los desvían al comercio ilegal para expenderlos a precios que pueden registrar ganancias de 2000%.
La situación ha obligado al Ejecutivo a redoblar esfuerzos para evitar el contrabando interno con medidas extraordinarias como la Misión, que tiene entre sus objetivos principales: transformar el modelo productivo, neutralizar acciones desestabilizadores contra el sistema económico, disminuir la dependencia del abastecimiento externo, desarrollar un nuevo modelo de gestión agrícola, y satisfacer las necesidades de abastecimiento, refiere El Mundo.
Además de la labor de supervisión, el Jefe de Estado insistió este miércoles en promover las iniciativas populares de producción que han florecido en el país para hacer frente a la crisis: "Nuestro pueblo tiene capacidad de producir todo lo que necesita el país, nosotros no somos un pueblo de mendigos, no lo hemos sido ni lo seremos jamás, la oligarquía nos quiere ver como mendigos y poner a Venezuela en el mundo como un país de mendigos, no, Venezuela es un país digno y trabajador".
Nazareth Balbás