El Frente Al Nusra, la filial de Al Qaeda en Siria y rival del Estado Islámico, decidió el jueves romper con su matriz. La decisión, que cuenta con el beneplácito de la organización que fundó Osama Bin Laden, fue anunciada por Abu Mohamed al Golani, el líder de la organización que a partir de ahora se llamará Frente de Conquista del Levante.
Con esta ruptura la "nueva" Al Nusra pretende proyectar una imagen moderada con la que poder recibir más apoyo de los países del Golfo, así como cerrar filas con otras de las facciones que combaten en el país. Además, el dirigente yihadista ha argumentado en su mensaje, el primero que publica, que el cambio de marca eliminará los pretextos que han utilizado los países de la comunidad internacional, entre ellos Estados Unidos y Rusia, que consideran a la organización como "terrorista", para atacarles.
En esta entrevista, el coronel del Ejército experto en terrorismo, Pedro Baños, analiza con RT esta ruptura estratégica del Frente Al Nusra con su filial, Al Qaeda.
¿Se ha abierto el camino para que Al Nusra reciba apoyos por parte de la comunidad internacional?
P.B.: El frente Al Nusra ha sido muy inteligente porque lo que ha hecho es presentarse como menos agresivo o más moderado que el Estado Islámico y, por tanto, como una opción dentro del complejo contexto sirio. Pero no solamente eso, sino que también ha tenido la gran habilidad de no atacar objetivos occidentales; es decir, no se ha ganado la enemistad de ningún país europeo o de Estados Unidos, al menos directamente.
De hecho, hace ya un año y medio el propio general David Petraeus, el que fue director de la CIA en Estados Unidos, hablaba de la posibilidad de contar con la filial de Al Qaeda en Siria como una alternativa de gobierno, o por lo menos una alternativa a conformar ese gran gobierno suní.
Hay que tener en cuenta que el Frente Al Nusra se originó con los Hermanos Musulmanes, que fueron expulsados de Siria en el año 1982 por el padre del actual Bashar al Assad, Hafez al Assad, y que desde entonces se han reconfigurado. Fueron combatientes, estuvieron en los escenarios de Afganistán y de Irak, pero siguen teniendo aspiraciones políticas. Los Hermanos Musulmanes, en los años 50 y 60 en Siria, tuvieron muchas aspiraciones e intentaron llegar al poder a través de la vía política.
Lo que pretende ahora mismo Al Nusra, al anunciar que deja de ser una franquicia de Al Qaeda, es presentarse nuevamente como una alternativa política. Evidentemente, Al Qaeda sí está considerada como una organización terrorista, y Estados Unidos jamás negociará con cualquiera que esté afiliado a Al Qaeda por su filosofía de que con terroristas no se negocia. Una vez que Al Nusra se desprende de ese manto de terrorismo, se presenta con una imagen mucho más dulce, precisamente, para conseguir parte del pastel político de lo que se pueda avecinar en Siria.
Lo que ha hecho es romper oficialmente o aparentemente con Al Qaeda, pero no significa que no siga prestando lealtad a sus principios. Porque al final lo que persigue Al Nusra es, como cualquier otro grupo salafista, tener un estado islámico gobernado por un califa y donde se imponga o impere la sharia, la ley islámica. Lo que pasa es que lo tratan de hacer de una manera mucho más astuta dentro del maremagnum que sigue siendo el conflicto sirio.
¿Cuál sería el objetivo de apoyar a esta "nueva" Al Nusra?
P.B.: Hay que pensar que Al Nusra proviene del mundo suní y de los Hermanos Musulmanes, que históricamente han estado enfrentados en Siria con los chiítas y los alauitas del bando de al Assad. La idea sería que, pasados unos meses, se ofrezca una vía política a estos sunís, a estos Hermanos Musulmanes, a esta nueva Al Nusra, a los que han creado este Frente para la Conquista de Siria… más claro no puede ser el nombre… pero a través no solamente de las armas, sino de una vía política.
Y buscando una solución en este enjambre tan sumamente enloquecido que es Siria, hay quien cree que puede ser una solución el pactar con esta gente desde el punto de vista político. Y evidentemente, ellos lo que tratarían, una vez que presentan esa imagen de más moderados y que, incluso, harían frente a aquellos que desde Europa y Estados Unidos consideramos como mucho más violentos, que son los del Estado Islámico, es que se les facilitase el apoyo necesario.
Esto es una trampa tremenda, porque la ideología y la finalidad que persiguen es exactamente la misma. Simplemente se estaría poniendo un parche, que a lo mejor es la única solución, pero lo que está claro es que de momento se está poniendo exclusivamente un parche a un contexto que no se va a solucionar por mucho que esta gente se vista de moderados.
Más que una ruptura de Al Nusra con al Qaeda, ¿no estaríamos hablando de un acuerdo negociado?
P.B.: Totalmente. De hecho, en la declaración completa que hay en árabe y en inglés, dicen claramente que ellos, su ideología y su finalidad es conseguir un califa que gobierne toda la umma y que se aplique la sharia. Por tanto, dice exactamente lo mismo que dicen el Estado Islámico y Al Qaeda, el discurso no ha cambiado en absoluto. Pero es verdad que al decir que abandonan la gran matriz de Al Qaeda, considerado como un grupo terrorista por todo el mundo, están abriendo la puerta a que se negocie con ellos.
Pero esto ya paso con los talibán. Recordemos que a los talibán, en febrero de 2015, EE.UU. les sacó de la lista de organizaciones terroristas para poder empezar a negociar con ellos e intentar buscar una salida política al caos que se creó en Afganistán, y que sigue existiendo. Cada vez hay más muertos, aunque como estamos centrados en Irak y Siria no nos llegan noticias de Afganistán.
¿Podría Irán ver con agrado esta solución para Siria?
P.B.: En absoluto. A Irán no le interesa bajo ningún concepto. Irán lo que pretende es que sigan en el poder los que son los suyos. Esto hay que verlo también en un contexto árabe - musulmán - persa, y hay que tener en cuenta que durante la guerra Irán - Irak, del 80 al 88, el único país que defendió a Irán fue Siria. Evidentemente, entre otras cosas, les están devolviendo el favor, no solamente por afinidad religiosa, sino incluso dentro de un contexto histórico. A Irán no le interesa en absoluto que ahora un grupo suní se quiera revestir con esa piel de moderado para hacerse con el poder político en Siria, cuando ellos están defendiendo todo lo contrario.
¿Esta solución conllevaría apartar a al Assad del poder?
P.B.: Puede haber un acuerdo, un sistema confederado o federal dentro del país. Es decir, puede haber múltiples opciones, pero en cualquier caso lo que ellos van a pretender es que el poder se reparta, y también el poder económico, evidentemente.
Puede haber varias soluciones, pero lo que sí está claro es que la única manera de poder alcanzar una solución en Siria y en Irak es darle una representación política real a los sunís. El problema que existe tanto en un país como en el otro es que hay casi 10 millones de sunís que se han sentido marginados y, evidentemente, mientras no se les de representación política la paz no se va a alcanzar nunca.
Al final hay que tener en cuenta que todos estos grupos terroristas no son más que el brazo armado de alguien que está detrás dirigiéndolos políticamente. Del Estado Islámico, por ejemplo, se conoce relativamente bien quiénes son sus líderes militares pero todavía hay una gran ignorancia de quiénes son sus verdaderos líderes políticos. Y en este caso, es exactamente lo mismo. Ellos lo que pretenden es dar amparo a ese mundo suní que hasta ahora había estado desprotegido, pero hacerlo no solamente por la vía de las armas, que hasta ahora lo han intentado y no les ha funcionado, sino que lo que intentan ahora es hacerlo por la vía política.
¿Sería este el final del Estado Islámico?
P.B.: En absoluto. Pero la cuestión es que le pueden hacer desaparecer los propios que lo han creado. En el Estado Islámico hay una pata que es de apoyo externo pero también hay otra una pata que es de apoyo interno. Esos que lo han creado internamente son precisamente los sunís, porque pensaban que era la manera de que un grupo muy virulento les devolvieran lo que ellos consideraban sus derechos perdidos.
Si esto ahora lo consigue otro grupo por vía política, probablemente abandonarían al Estado Islámico para unirse al grupo que fuera, al Frente de la Conquista o a otro cualquiera que, sobre todo, con apoyo internacional, pensaran que les pueda garantizar todos sus derechos y sus privilegios.
Como experto en la materia, ¿has recibido con optimismo esta noticia?
P.B.: Inicialmente piensas que puede ser una vía de solución, pero claro, de lo que estamos hablando es que estamos jugando con absoluto fuego. Es que estamos hablando de dejar el país en manos de islamistas que tienen exactamente la misma finalidad, una vez más, que tiene el Estado Islámico.
Una vez que tuvieran el poder, evidentemente, radicalizarían el país e implantarían la sharia como los talibanes en Afganistán o como estamos viendo ahora en el caso de Turquía, donde hay una deriva absolutamente islamista, ya no islámica, que está adoptando el país.
Con lo cual lo que estamos haciendo, bajo mi punto de vista, es poner un parche para que a corto plazo pudiese funcionar, pero a medio - largo plazo puede ser un error estratégico. Pero claro, es tan complicado encontrar una solución en Siria que a los mejor sea la menos mala de las soluciones.
Desde luego quien va a jugar un papel importante, porque recordemos que en Siria no solamente hay una guerra civil y unos intereses regionales, sino también unos intereses mundiales, y quien va a decidir la solución es entre Rusia y Estados Unidos, esa es la realidad.
Maria Jesus Vigo Pastur