Theresa es una de las muchas víctimas de los abusos sexuales cada vez más habituales en Sudán del Sur, un país sumido en un caos político y social total, informa 'The Guardian'.
El 18 de julio en la capital, Yuba, Theresa fue atacada por cinco soldados del Ejército de Liberación del Pueblo de Sudán (SPLA) a unos metros de su hogar, un campo de desplazados internos controlado y protegido por la ONU. Pero aquel día nadie la protegió. Los atacantes le ofrecieron dos crueles opciones:
"Podía elegir al que me iba a violar y, si no, lo harían uno tras otro. Les rogué que me mataran en lugar de decidir", dice Theresa.
Los hombres la violaron a plena luz del día allí mismo, en el arcén de la carretera cercana al campo de la ONU.
Teresa no es la única mujer que ha sufrido ese destino. Después de los duros enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y la oposición que tuvieron lugar en Yuba a principios de este mes, decenas de mujeres fueron violadas en las proximidades del sitio de protección de la población civil de las Naciones Unidas (POC por sus siglas en inglés).