'The Guardian': Occidente ve propaganda solo en Rusia, pero no la ve en casa
El columnista Piers Robinson, en su artículo del diario 'The Guardian', insta a la sociedad a adoptar una postura crítica hacia la información de los medios de comunicación occidentales respecto a la creciente tensión entre Occidente y Rusia.
Luego de que la agencia rusa de noticias Sputnik abriera una filial en Escocia, la ola de críticas por parte de la prensa británica no se hizo esperar. El 'Daily Mail' describió el proyecto de la agencia rusa como una "guerra de propaganda" de Moscú "contra el Reino Unido", mientras que el tabloide 'The Sun' acusó a Sputnik de "desestabilizar" a esa nación.
Entre tanto, el diario 'Times' expuso un estudio de la Universidad de Oxford (Reino Unido) donde se asegura que la audiencia de la cadena RT tiene más probabilidades de adoptar puntos de vista "antioccidentales". El estudio además concluyó que el público debe dejar de ver medios de comunicación "no occidentales" para evitar "traicionar a su país".
Cómo manipula Occidente a la opinión pública
Este tipo de argumentos solo llevan a una trampa, sostiene Robinson. "Los medios de comunicación alineados con los adversarios oficiales son presentados como propagandísticos y engañosos, mientras que 'nuestra' prensa se exhibe como objetiva y veraz", agregó.
Sin embargo, "ninguna de estas afirmaciones tienen bases académicas, y los principales medios de comunicación occidentales no son tan independientes como dicen ser y tienen proximidad con sus respectivos gobiernos, especialmente en el ámbito de las relaciones exteriores", señala el artículo. Tanto es así que una investigación realizada por la Universidad de Manchester reveló que la mayoría de los principales medios de comunicación británicos apoyaron en el 2003 la invasión de Irak en lugar de criticar esa campaña militar.
De hecho los gobiernos occidentales suelen manipular la opinión pública utilizando técnicas como exageración, omisión y desorientación, continúa Robinson. El público occidental fue víctima de una situación similar tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en EE.UU. "Estas campañas de propaganda engañosas fueron instigadas por nuestros propios gobiernos y difundidas por 'nuestros' medios de comunicación", lamenta.
"Tiempos confusos" para el público
Estos son tiempos confusos para la audiencia, considera el columnista, pero la gente tiene que aprender a navegar por la corriente informativa y defenderse contra la manipulación. Para ello, en opinión de Robinson, primeramente hay dejar de creer que los gobiernos y medios de comunicación occidentales están exentos de manipulación, y dejar de demonizar a los gobiernos y prensa extranjera.
En segundo lugar, añade el autor del artículo, es hora de reconocer que se puede obtener valiosa información a partir de una variedad de fuentes, incluyendo aquellas que son presentadas en Occidente como 'propagandísticas'.