"Trabajé un año para un proyecto falso": este es el secreto de la inteligencia corporativa de Apple

Así fue la experiencia de un ingeniero que trabajó en un proyecto que resultó ser una 'tapadera'. Este tipo de estrategias es común dentro de los gigantes tecnológicos, cuyos secretos 'valen oro'.

Los proyectos empresariales 'trampa' y los departamentos secretos pueden parecer más propios de la ciencia ficción, pero la verdad es que las grandes compañías recurren a ellos mucho más a menudo de lo que creemos.

La famosa empresa de tecnología y computación estadounidense Apple es una de las grandes corporaciones que aplica diferentes estructuras y protocolos de seguridad que rayan lo inverosímil para evitar que sus secretos caigan en manos extrañas.

Una de sus estrategias es recurrir a tácticas de 'engaño y despiste'.

'El Confidencial' reseña la experiencia de un ingeniero exempleado de la empresa que trabajó un año entero en un supuesto proyecto de geolocalización que a la postre resultó falso y era solo parte de un intento de prueba para evitar filtraciones en sus sistemas de desarrollo y trabajo.

Todo un misterio

El joven ingeniero, quien para efectos del relato se llamó 'Leo', relató que trabajar en la 'empresa de la manzanita' era uno de sus mayores sueños. En 2010, luego de una serie de entrevistas, le llegó la ansiada oportunidad de iniciar labores en sus instalaciones de desarrollo.

Lo curioso de la historia es que, lejos de ir a realizar labores de bajo perfil, confía 'Leo', "me dijeron que me iban a colocar en un proyecto secreto en el que Apple estaba trabajando. No puedo decirte mucho, solo que consistía en sistemas de geolocalización, mapas y demás".

Carlos Garcia Rawlins / Reuters
En 1995 Microsoft lanzó la interfaz gráfica Bob para ayudar a los usuarios a navegar en sus archivos y simplificar el trabajo en el ordenador. Sin embargo, el proyecto fue abandonado porque su funcionamiento afectaba negativamente al rendimiento del computador en su conjunto. / Captura de pantalla
En 1995 Apple emprendió con Pippin su único intento de crear una consola de videojuegos que también permitiera navegar en la Red. Apple vendió la licencia de Pippin a la firma japonesa Bandai cuando el mercado de las videoconsolas ya estaba copado por otras compañías. / Dominio Público
En 2006 la empresa de salsas Heinz elaboró un kétchup con diferentes colores a través de la magia de la ciencia. En vista de que esta salsa es una de las delicias de los niños de todas las edades, parecía una fácil victoria. Lo fue, sin embargo, por poco tiempo. / Heinz
En 1999 el equipo de la revista para mujeres 'Cosmopolitan' decidió vender un yogurt propio bajo la marca Cosmo. Sin embargo, el producto no tuvo éxito ni entre la población femenina. Permaneció en los supermercados solo seis semanas. / Dominio Público
En los años ochenta McDonald’s ofreció a los clientes una hamburguesa que ellos mismos podían elaborar. La mítica empresa estadounidense vendía un contenedor doble con la porción caliente del sandwich (pan y carne) en un lado y con ingredientes fríos en el otro. Sin embargo, la idea no tuvo éxito. / Dominio Público
En 1992 PepsiCo lanzó Pepsi Crystal, el mismo refresco pero sin cafeína. La idea era fortalecer el interés por la alimentación saludable. Sin embargo, la idea no tuvo el respaldo de los consumidores que, acostumbrados al sabor clásico, no se entusiasmaron por su sabor cítrico. / sockerbiten.org

Desde un primer momento al joven ingeniero le dejaron las reglas claras: no decir nada del proyecto en el que trabajaba, "es un proyecto secreto".

Luego de un año de desarrollar diversos esquemas y adelantos junto a un grupo reducido de compañeros, fue transferido a otra dirección, sin conocer el destino del trabajo que había desarrollado durante ese tiempo.

Su curiosidad despertó cuando en 2012 salió a la luz una publicación titulara 'Inside Apple', donde se daba a conocer la estrategia de la empresa de emplear esfuerzos y recursos humanos en falsos proyectos para medir los niveles de filtraciones de secretos tecnológicos.

El ingeniero le preguntó a uno de sus antiguos jefes si su anterior trabajo había sido una farsa. La ambigua respuesta que recibió no aplacó sus dudas: "Sí y no".

La verdadera razón

El representante de Apple le explicó a 'Leo' que, si bien su trabajo de desarrollo podría ser utilizado o no, el proyecto para el que supuestamente había trabajado "no existía. Era falso".

"Con el tiempo, mi jefe me acabó diciendo que mi trabajo sí había servido, pero que si el nombre del proyecto hubiese aparecido en prensa o en algún foro nos habrían despedido. El trabajo era real, pero el proyecto como tal no: lo habían creado para comprobar si podían confiar en nosotros", aseguró el exempleado de Apple.

Este tipo de estrategias de 'inteligencia corporativa' es muy común en grandes empresas ligadas a la tecnología como Apple, ante el riguroso celo que existe por preservar bajo estrictos niveles de seguridad y confianza, su tesoro más preciado: sus inventos e innovaciones.