Entran en vigor dos nuevas leyes que pueden aumentar el derramamiento de sangre en EE.UU.
Más leña al fuego. EE.UU. ha visto la entrada en vigor de dos normas que pueden dar pie a nuevos derramamientos de sangre en una atmósfera ya caldeada. Por un lado, las autoridades de Texas han aprobado una ley que autoriza a estudiantes y profesores a portar armas ocultas en las dependencias universitarias, informa Vice News. Por otro lado, el estado de Louisiana reformará la ley de delitos de odio para proteger más a la policía.
Como era de esperar, la iniciativa de Texas ha despertado las protestas del ámbito universitario. En la Universidad de Austin, tristemente célebre porque en ella se produjo hace 50 años el primer tiroteo en masa en la historia de EE.UU. (se saldó con 17 muertos y 49 heridos), los estudiantes han convocado una manifestación. La ley solo excluirá de la posibilidad de portar armas a las áreas deportivas y los laboratorios.
Por su parte, en el estado de Luisiana ha entrado en vigor una ampliación –inspirada en el movimiento las 'vidas de los azules importan'–de la ley de delitos de odio para garantizar mayor protección a los agentes de policía, bomberos y personal de servicios de emergencia de ataques intencionados, informa Ksla News. Desde este lunes cualquier "provocación criminal" contra los citados sectores profesionales se considerará "crimen de odio". Los condenados afrontarán penas de prisión más prolongadas y quienes provoquen a agentes de policía o bomberos afrontarán multas.
La ley ha provocado división entre los residentes de Luisiana. Una parte de la población apoya la decisión tras los seis muertos del tiroteo de la ciudad de Baton Rouge y otra la ve como una reacción al movimiento 'las vidas de los negros importa', que defiende los derechos de los afroamericanos tras el aumento de número de víctimas de este colectivo a manos de las fuerzas policiales.
Los tiroteos son un tema espinoso para EE.UU. Según datos del portal Gun Violence Archive, a lo largo del año 2016 el número de fallecidos en incidentes con armas de fuego supera ya las 7.000 personas mientras que el de heridos asciende a 16.000. Las tensiones raciales y la falta de control a las armas han provocado una enorme crisis nacional.