El candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, ha presentado este lunes en Detroit (estado de Michigan) su programa económico, que ofrece una drástica reducción de los impuestos y un aumento significativo del gasto en defensa e infraestructura, informa la agencia RIA Novosti. Sin embargo, el multimillonario neoyorquino no entró en detalles sobre estas propuestas.
Revisión de propuestas fiscales
Aunque Trump es conocido como defensor de fuertes recortes fiscales, el lunes revisó radicalmente sus propuestas. El candidato republicano propone modificar el impuesto sobre la renta, dejando tres categorías en lugar de siete y reduciendo el impuesto más alto de casi el 40% al 33%.
Además, Trump sugiere eliminar el impuesto de sucesiones progresivo y librar de impuestos los gastos asociados con la educación infantil. También propuso eliminar las "triquiñuelas" que permiten a los ricos como los de "Wall Street y la gente como yo [Donald Trump]" pagar muchos menos impuestos. Asimismo, propuso reducir a más de la mitad el impuesto sobre los beneficios empresariales. "Ninguna empresa estadounidense pagará más del 15% de los ingresos de su negocio en forma de impuestos. Es decir, vamos a reducir los impuestos del 35% al 15%", afirmó Trump.
'Amnistía' para las corporaciones y "revolución energética"
Como el actual presidente, Barack Obama, Trump propone considerar las condiciones favorables para el retorno de los fondos de las empresas estadounidenses desde el extranjero. Actualmente, empresas estadounidenses generan en el extranjero ganancias de miles de millones de dólares con el fin de evitar el gravamen del 35% al que estarían sometidas en EE.UU.
Además, el multimillonario neoyorquino señaló que la economía del país se basará en su propia energía y mano de obra. También prometió defender los intereses del sector metalúrgico y automotriz para mejorar la infraestructura del país y realizar una "revolución" en el sector energético mediante la regulación y la reducción de los impuestos. "El Gobierno de Trump organizará una revolución energética que traerá una gran nueva riqueza para nuestro país", declaró.
Según Trump, la candidata demócrata, Hillary Clinton, "estrangula" la industria. "Hillary Clinton no solo apoya las limitaciones de Obama que matan empleos, sino que también pone como meta la producción de crudo y gas", afirmó el republicano, que cree que el aumento de impuestos propuesto por Clinton le costaría a la industria 500.000 puestos de trabajo.
Acuerdos comerciales y petróleo
Con los fondos adicionales que proporcionarán a las arcas públicas los impuestos de las empresas retornadas, Trump aumentará el poder militar. "Una parte del dinero de la extracción de crudo puede ser utilizada para reforzar las Fuerzas Armadas", afirmó el candidato republicano.
Asimismo, se opuso a los acuerdos comerciales internacionales poco rentables y se comprometió a "una revisión completa" del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, por sus siglas en inglés) y a no firmar el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP). Según Trump, si al Gobierno no le gustan las condiciones, "Estados Unidos abandonará" estos acuerdos.
Por último, el candidato ha reiterado que los aliados militares de EE.UU. tendrán que pagar la protección que les proporciona Washington. "Lograremos que los aliados paguen honestamente su parte de la protección que les proporcionamos. Esto nos permitirá ahorrar miles de millones de dólares para reconstruir nuestro país", declaró Trump. Sin embargo, la posición de Trump es contraria a la postura de los republicanos y de los demócratas, para quienes es crucial que EE.UU. mantenga aliados en todo el mundo y una presencia militar internacional a pesar de los costes que esto acarrea.
Críticas
El plan económico de Trump ya ha sido criticado por su rival demócrata, Hillary Clinton, antes incluso del discurso en Detroit. "El plan económico de Donald Trump es salarios más bajos, menos puestos de trabajo, más deuda, reducción de impuestos para el 0,1% [de los ciudadanos más ricos]", escribió la candidata demócrata en su cuenta de Twitter.
La evaluación básica de la política económica de los republicanos y los demócratas difiere mucho, señalan medios estadounidenses. Según el equipo de Trump, la fuerte reducción de impuestos aumentará drásticamente su abono, incrementando los ingresos del presupuesto en todos los niveles en 6 billones de dólares durante los próximos 40 años. Sin embargo, los oponentes de Trump no están de acuerdo y afirman que el plan de impuestos republicano añadirá 10 billones a la deuda de Estados Unidos en los próximos 10 años.
Además, Trump no mencionó que los problemas que planteó no son plenamente de la competencia del presidente de Estados Unidos. Si Trump llega a la presidencia, tendrá que negociar con el Congreso la reforma fiscal y la 'amnistía' empresarial. No obstante, el Congreso no está listo ni para el fuerte recorte de impuestos ni para el aumento de los gastos de defensa y de infraestructura sin saber con certeza dónde obtener dinero para estos fines.
Por último, el hecho de superar la globalización de la economía está más allá del poder del presidente de Estados Unidos, mientras que la amenaza de guerras comerciales afectará en primer lugar las posiciones del propio Estados Unidos. Por lo tanto, es poco probable que el programa económico de Trump sea implementado, incluso si se convierte en presidente del país, concluye la agencia de noticias.