"No me considero culpable": el polémico testimonio de la secretaria de Joseph Goebbels
A sus 105 años, la biografía de Brunhilde Pomsel es, cuando menos, polémica. Fue durante el nazismo secretaria del máximo responsable de la propaganda estatal Joseph Goebbels y testigo de los acontecimientos más oscuros de la historia de Alemania. Pasó tres años en el Ministerio para la Ilustración Pública y la Propaganda y cumplía órdenes directas del propio Goebbels, mano derecha de Adolf Hitler.
'Una vida alemana'
Pomsel está de actualidad al protagonizar el documental 'Ein deutsches Leben' ('Una vida alemana'), estrenado el pasado junio en el Festival de Cine de Múnich (estado de Baviera, Alemania). "No rompo mi silencio para limpiar mi conciencia", asegura la anciana en una entrevista al diario británico 'The Guardian'. "Ver la película es importante para mí, porque puedo reconocer ante el espejo todo lo que hice mal", afirma Pomsel. Ella insiste en que "lo que hice no fue más que trabajar en la oficina de Goebbels".
"No era una ávida nazi. Sencillamente no le importó [lo que el régimen nazi estaba haciendo] y miró para otro lado. Esa es su culpa", afirma uno de los cuatro directores de la cinta, Florian Weigensamer, al diario estadounidense 'The New York Times'. Los directores del documental, que no se centra en la responsailidad particular de Pomsel, subrayan la importancia del proyecto "en un momento en el que el populismo de derechas está en auge en Europa". Pretenden que la cinta sea un recordatorio de la "capacidad de complacencia y de negación del ser humano", recoge sus palabras la BBC.
"Todo era secreto, así que nos lo tragamos."
Nacida en 1911 y criada en un sentido del deber prusiano, Pomsel aprendió el oficio de secretaria y trabajó en una emisora de radio antes de ingresar en 1942 en el Ministerio de Propaganda nazi. Aunque asegura que era "apolítica", tuvo que afiliarse al Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán. "¿Por qué no? Todo el mundo lo hacía", confiesa en el documental.
La secretaria de Goebbels insiste en no haber sabido a qué se dedicaba exactamente la mano derecha de Hitler. De lo que sí tenía conocimiento era, por ejemplo, de la existencia de los campos de concentración, pero en aquel entonces creía que "no se quería que la gente fuera a la cárcel de forma inmediata, así que se llevaba a los campos de concentración para ser reeducada".
Además, Pomsel asevera que quienes trabajaban para el régimen nazi estaban convencidos de que las autoridades enviaban a los judíos 'desaparecidos' a las aldeas de los Sudetes, región de Europa oriental ocupada por Alemania en aquella época. "Todo era secreto, así que nos lo tragamos. Era totalmente creíble", asegura la anciana.
Ni siquiera se enteró esta centenaria mujer de lo ocurrido durante la tristemente conocida como 'noche de los cristales rotos'. En la madrugada del 9 al 10 de noviembre de 1938 miles de ciudadanos judíos de toda Alemania sufrieron ataques y linchamientos por parte de las tropas de asalto nazi y de la misma población germana.
Pomsel asegura en el documental que no se siente culpable ni responsable de los millones de muertos que causó el régimen nazi. Pasó cinco años en una prisión soviética al terminar la Segunda Guerra Mundial y recuerda que la trataron muy mal "sin haber hecho nada". "No me considero culpable a no ser que se culpe a todos los alemanes por hacer posible que aquel gobierno llegara al poder", opina Pomsel. "No hay justicia, no hay dios. Pero lo que está claro es que el diablo existe", remata casi en forma de testamento.