Filipinas: Más de 1.900 mueren en solo dos meses en la 'cruzada' estatal contra la droga
Desde la llegada de Rodrigo Duterte a la presidencia de Filipinas el 30 de junio de este año y el comienzo inmediato de su prometida campaña para acabar con las drogas y la criminalidad en el país, más de 1.900 personas han muerto, en su gran mayoría narcotraficantes y drogadictos, a manos de la Policía, fuerzas de seguridad y milicias ciudadanas de vigilantes que patrullan las calles, informa Reuters.
Con cerca de 11.000 detenciones y 700.000 individuos que han optado por entregarse, el jefe de la Policía del país, Ronald de la Rosa, defendió la campaña antidroga ante los senadores de la oposición. "No somos unos carniceros", afirmó de la Rosa, esgrimiendo que esta política tiene un efecto atenuante sobre los criminales que ha provocado un descenso significativo en el nivel de criminalidad general, a pesar de que los asesinatos y homicidios han aumentado notablemente.
Los métodos del presidente filipino Rodrigo Duterte han sido criticados por la Organización de las Naciones Unidas y EE.UU., que acusan a Manila de violar los Derechos Humanos y han amenazado con sancionar al país asiático e incluso expulsarle de la ONU.
Duterte acusó a los funcionarios gubernamentales de tener vínculos con el narcotráfico y tachó de "estúpida" a la ONU por criticar sus medidas en la lucha contra el narcotráfico.