Los 'cazadores' de portaaviones vuelven a la carga: Rusia renueva sus bombarderos estratégicos Tu-22
El arsenal ruso de destrucción de grupos de batalla de portaaviones enemigos, junto con los sistemas de misiles instalados a bordo de los buques, se completará con el avanzado misil aire-superficie X-32, invulnerable ante los modernos medios de defensa aérea.
El nuevo misil será instalado en los bombarderos supersónicos rusos Tu-22M3, con un diseño de ala de geometría variable. De este modo, esta aeronave concebida en plena Guerra Fría con el objetivo de atacar grupos de portaaviones enemigos, recuperaría su misión principal, la de hundir portaaviones, indica un comentario de la cadena rusa Zvezdá.
¿Cómo rompería la cubierta de las naves enemigas?
Debido a su trayectoria y alta velocidad, estos nuevos misiles son prácticamente inalcanzables por los aviones enemigos, a la par que indetectables por los sistemas modernos de defensa antiaérea. Cada vez que el bombardero dispara un proyectil X-32, este alcanza una altura de 40 kilómetros hasta alcanzar la estratosfera, momento a partir del cual inicia un recorrido horizontal hacia su objetivo a una distancia de hasta 1.000 kilometros y a una velocidad de 5.400 km/h [velocidad hipersónica], cayendo en picado sobre la cubierta del portaaviones enemigo.
Precisamente, este es su secreto principal, porque el nuevo misil no podría ser alcanzado por medios de defensa aérea modernos [pensados para derribar misiles de crucero que se acercan al blanco a altitudes muy bajas y con seguimiento de altibajos del terreno].
"En altitudes de más de 30 kilómetros la eficacia de la defensa aérea de los grupos de batalla de portaaviones se reduce. Por otra parte, el misil llevará a cabo de forma certera maniobras de evasión de misiles enemigos y tendría una fuente de interferencia de radares", indicó el experto militar Dmitri Kórnev.
Si sumamos la altitud de ascenso, las programadas maniobras 'antimisiles', la velocidad de vuelo hipersónica y el alcance de unos 1.000 kilómetros, resultaría un misil antibuque sin parangón en el mundo.
Según diversas estimaciones, el número óptimo de los bombarderos Tu-22M3 Backfire capaces de acabar con un grupo de batalla de portaaviones varía entre 6 y 8 aeronaves, cada una de las cuales es capaz de portar un máximo 3 misiles antibuque.
"Las partes más vulnerables de un portaaviones son el compartimento de la planta propulsora, los compartimentos con tanques de combustible para aviones y los almacenes de municiones", recuerda el experto militar Alexéi Leonkov.
"Dada la carga explosiva de la ojiva y la velocidad de acercamiento [del misil], un X-32 puede romper la borda de un portaaviones dejando un agujero de 20-30 metros cuadrados. Y si consideramos que los misiles pueden ser lanzados durante fuertes tormentas -tiempo que complica en varias veces la actuación de los radares de la defensa aérea- el agua de mar inundaría rápidamente el portaaviones atacado, terminando así proceso [de su hundimiento]", explica.