¿Se avecina la extinción del chocolate?
Los agricultores africanos han advertido de que el mundo podría quedarse pronto sin chocolate. Este año se espera que se reduzca la cosecha de grano de cacao, y las autoridades de Costa de Marfil han afirmado que la campaña agrícola actual se cerrará con un déficit significativo, 100.000 toneladas menos que el año pasado. Por su parte, Indonesia ha emitido un pronóstico similar, cuenta la columnista Svetlana Belova en el diairo ruso 'Kommersant'.
Año tras año los agricultores se quejan de las malas cosechas de cacao, y responsabilizan de ello al calentamiento global, la sequía o, por el contrario, al exceso de lluvias. Paralelamente, la demanda mundial no cesa de crecer (un 30% en los últimos cinco o seis años solo en Asia) y la amenaza del déficit sobre este producto ha aumentado exageradamente, denuncia el presidente del 'holding' de inversión Finam, Vladislav Kochetkov.
"A los grandes fabricantes les es ventajoso aumentar las plantaciones, ya que la población mundial sigue creciendo y los ingresos siguen creciendo, y se puede esperar que la demanda de productos hechos de grano de cacao, el chocolate, también aumentará", indica Kochetkov.
¿Por qué no cultivar más granos de cacao?
Las materias primas del chocolate se cultivan en 45 países, pero el 90% del volumen mundial proviene de solo ocho: Indonesia, Nigeria, Brasil, Venezuela, Ecuador, Malasia, Ghana y Costa de Marfil. Los fabricantes saben que los amantes del dulce del mundo occidental dependen de ellos, y se aprovechan de esto: los precios de las acciones del grano, manteca y polvo de cacao están creciendo en un 15-20% anual. Las plantaciones no se desarrollan aposta y el déficit se crea de manera artificial, denuncia el director de la chocolatera rusa V Shokolade, Alexánder Barabash.
"Por qué no se pueden cultivar más granos de cacao es la pregunta que atormenta a todos los que trabajan en esta industria. Tal vez con esta política les sea más fácil obtener el mismo beneficio con un volumen menor, vendiéndolo simplemente más caro. Nadie sabe la respuesta correcta", concluye Barabash.