Este 1 de septiembre, Caracas se convierte en escenario de dos manifestaciones simultáneas: una a favor y otra en contra del Gobierno de Nicolás Maduro.
Los opositores al Ejecutivo han salido a las calles de la capital venezolana para solicitar que se convoque un referendo revocatorio contra el presidente del país. Esta marcha, convocada por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) bajo el lema 'Toma de Caracas', pretende movilizar a más de un millón de personas.
Las autoridades nacionales han alertado que podría ponerse en marcha un golpe de Estado dirigido desde Washington y han desplegado a las fuerzas del orden para prevenir posibles actos de violencia.
A su vez, los simpatizantes del Gobierno venezolano también han organizado en Caracas, en la Plaza Bolívar y frente al Palacio de Miraflores, la concentración 'Toma de Venezuela', con vistas a apoyar las medidas de Maduro.
El pueblo venezolano, "próximo objetivo en la agenda golpista"
Por su parte, la organización Alba Movimientos —que reúne a iniciativas populares de toda América Latina— ha expresado en un comunicado su solidaridad con el Gobierno y el pueblo venezolano, "próximo objetivo en la agenda golpista", y ha alertado de que la 'Toma de Caracas' planea ser "la cobertura" para generar acciones de violencia e intentar "instalar mediáticamente la idea de un Gobierno ilegítimo" en Venezuela.
Según esta organización, el máximo objetivo de la oposición venezolana es crear "un escenario 'a la ucraniana', con grupos de choque y fuerzas especiales paramilitares" que garanticen "el control de algún territorio desde donde promover el golpe", mientras que su objetivo mínimo es "generar muerte y destrucción, para seguir abonando a la idea de un Estado fallido".
Asimismo, Alba Movimientos ha hecho hincapié en que, desde hace días, "el pueblo chavista" se moviliza "masivamente" en diferentes partes de Venezuela, "pero eso no aparece en los medios privados", que también ocultan "la detención de militantes derechistas con armas y artefactos incendiarios".