La prolongada guerra de Siria se complica cada día más: hasta la fecha, no existe un frente unido y varios centenares de grupos armados luchan tanto contra las fuerzas gubernamentales como entre sí, sin olvidarnos de los actores extranjeros implicados en el conflicto.
Un nuevo artículo de RIA Novosti explica cúales son las principales fuerzas que participan en esta contienda.
Fuerzas gubernamentales: recuperando el control
Una de las partes implicadas desde el inicio son las Fuerzas Armadas de Siria. Uno o dos años atrás, parecía que los días del Gobierno de Bashar al Assad estaban contados, con varias ciudades principales, campos de petróleo y una parte importante de la infraestructura del país bajo el control de la oposición y los extremistas. Sin embargo, Damasco logró revertir la situación y pasar a la ofensiva en zonas clave.
Hoy en día, el Ejército de Siria controla entre un 40 % y un 45 % del país, incluidos los centros de las principales urbes: Damasco, Latakia, Tartús, Homs, Hama, Alepo (un 60 %), Deir ez Zor y Deraa (un 50 %).
La segunda vida del Ejército Sirio Libre
Otro 'veterano' del conflicto es la llamada oposición 'moderada' de Siria, cuya principal fuerza al inicio de la guerra era el Ejército Sirio Libre (ESL). A este bando lo apoyan abiertamente Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Turquía, Arabia Saudita y Catar.
Sin embargo, este favor externo no ha ayudado a preservar la unidad del ESL que, durante los años del conflicto, se ha dividido en diferentes grupos y ha cedido el papel de la principal fuerza que lucha contra el Gobierno a diversos grupos extremistas. Hoy en día, más de 60 grupos armados luchan bajo la bandera del ESL aunque, de acuerdo con la inteligencia militar de Siria, casi todos están relacionados o controlados por el Frente Al Nusra.
No obstante, desde que el 24 de agosto Turquía comenzó su operación en el norte de Siria el Ejérito Sirio Libre ha vuelto a aparecer en escena. Así, las tropas turcas actúan de manera conjunta con sus unidades y otros grupos armados proturcos.
El Estado Islámico y el Frente Al Nusra
En estos momentos, los principales oponentes de las fuerzas del Gobierno sirio son los grupos terroristas Estado Islámico y Frente Al Nusra.
Desde su creación como una rama de Al Qaeda, el EI logró capturar grandes zonas de Irak y Siria. Este grupo yihadista controla entre un 35 % y un 40 % del territorio de ese segundo país, aunque la mayor parte es desértico: la zona al norte de Homs, parte de Raqa, Deir ez Zor y Al Hasakah.
El Frente Al Nusra, que también nació fruto de Al Qaeda, es uno de los colectivos más agresivos que se oponen al Gobierno de Assad. RIA Novosti señala que este grupo ha participado en numerosos ataques suicidas y ha realizado matanzas tanto de civiles como entre los soldados gubernamentales que ha capturado, además de otros crímenes de guerra.
Esos terroristas controlan cerca del 25 % del territorio sirio: toda la provincia de Idlib, algunos barrios de Damasco, parte de la frontera con Turquía en el norte de Latakia, alrededor de la mitad de la provincia de Deraa y Quneitra, y cerca del 40 % de la provincia de Hama.
Los kurdos: una guerra en tres frentes
Una de las fuerzas locales más eficientes del conflicto sirio son los kurdos. Empezaron luchando en las filas del Ejército Sirio Libre, pero pronto decidieron actuar de forma independiente.
Los kurdos sirios representan alrededor del 10 % de la población de Siria y viven en el norte del país, principalmente. Este marzo, anunciaron la creación de una región autónoma con sus propios Gobierno, Parlamento y Policía.
El ala militar principal de los kurdos sirios son las Unidades de Protección Popular (YPG) que, según los datos de RIA Novosti, cuentan con alrededor de 50.000 personas.
Uno de sus mayores éxitos fue la liberación de la ciudad de Manbij, un importante bastión del EI, con el apoyo aéreo de la coalición internacional liderada por EE.UU.
Sin embargo, su situación se complica por el hecho de que tienen que luchar en tres frentes: contra los islamistas radicales, contra el Ejército Sirio Libre y contra Turquía, que considera que las unidades kurdas son terroristas.
Rusia: un factor determinante
A pesar de la retirada de la mayor parte de las fuerzas rusas de Siria, Rusia sigue siendo un factor determinante. Moscú no ha abandonado su compromiso de suministrar armas y material militar al Gobierno de Assad y continúa formando a especialistas militares.
Además, el Kremlin mantiene activa la base aérea de Jmeimim y el punto de apoyo material y técnico de la Armada rusa en Tartús, así como la combinación de sistemas de misiles de largo alcance S-400 y los Pántsir-S1.
Durante el operativo militar antiterrorista de Rusia en Siria, que se desarrolló entre septiembre de 2015 y marzo de 2016, la Fuerza Aérea rusa realizó más de 9.000 vuelos. Sus ataques lograron entorpecer y, en algunos lugares, detener por completo el suministro de recursos a los terroristas; eliminaron a miles de combatientes y destruyeron 209 instalaciones de producción y refinado de petróleo.
Con el apoyo de la aviación de Rusia, las tropas oficiales sirias liberaron 400 municipios —entre ellos la antigua Palmira— y más de 10.000 kilómetros cuadrados de territorio. Asimismo, la operación rusa en Siria obligó a la oposición a iniciar negociaciones de paz para resolver la crisis por medios políticos.
Al mismo tiempo, Moscú ha insistido en repetidas ocasiones en que está dispuesta a cooperar con cualquiera que esté realmente interesado en solucionar el conflicto sirio; en primer lugar, con Estados Unidos.
La crisis de la coalición internacional
La coalición internacional liderada por EE.UU. comenzó su campaña de bombardeos contra las posiciones del Estados Islámico el 8 de agosto de 2014. El Kremlin estima que esas acciones no pueden ser consideradas legítimas desde el punto de vista del derecho internacional, ya que la operación no cuenta con un permiso de Damasco ni del Consejo de Seguridad de la ONU. Sin embargo, más de 60 países apoyan esta iniciativa y algunos también realizan misiones de combate en Siria.
No existen datos oficiales sobre el número de terroristas que han matado los ataques de la coalición internacional. En junio de 2015, el Departamento de Estado norteamericano anunció que había acabado con 10.000 islamistas radicales, aunque algunos analistas consideraron que esa cifra era demasiado optimista. Además, algunos especialistas critican la eficacia de la coalición y el hecho de que sus intervenciones causan bajas civiles, una posibilidad que el propio Pentágono ha reconocido.
Otro problema son los desacuerdos dentro de la coalición, sobre todo entre Turquía y Arabia Saudita.
Turquía entra en juego
El 24 de agosto, Turquía comenzó una operación terrestre y aérea en territorio sirio. El Ejército turco asegura que ha eliminado a 110 terroristas en 15 días. Además, Ankara se ha mostrado dispuesta a actuar junto con EE.UU. en la zona de Raqa y ha abogado por establecer una zona de exclusión aérea sobre Siria.
No obstante, Damasco tachó esta incursión de "violación de su soberanía" y pidió la mediación de la ONU. A su vez, los representantes de las fuerzas kurdas calificaron las acciones turcas como una agresión dirigida, en primer lugar, contra su pueblo.
Por su parte, Moscú expresó su preocupación por este avance de Turquía porque amenaza "la soberanía y la integridad territorial" de Siria y podría "complicar aún más la ya difícil situación política y militar" del país.