Construye un avión artesanal para tardar menos en llegar a la oficina
"Desplazarse volando es lo más rápido", es lo que debió pensar Frantisek Hadrava el día en que definitivamente se cansó de perder el tiempo en ir y volver del trabajo y comenzó a construir él mismo un avión casero para desplazarse a la fábrica en la que trabaja, situada en Čkyně, un pequeño pueblo en el sur de la República Checa.
Su pequeño avión ultraligero, al que bautizó como "Vampira", probablemente provoque la envidia de los millones de trabajadores que suelen tardar una hora -de media- en llegar a la oficina, sobre todo en las grandes capitales, donde el desplazamiento por la ciudad puede ser eterno. Lo curioso del caso de este hombre checo, de 45 años, es que él solo tardaba 14 minutos en llegar a su trabajo, pero aún así consideró que podía aprovechar mejor ese escaso cuarto de hora.
Dos años de trabajo y 3.700 euros de inversión
Su curiosa aventura le llevó dos años de trabajo y una inversión aproximada de 3.700 euros, pero Frantisek Hadrava cumplió su sueño: tardar 5 minutos en llegar a la oficina. No obstante, hay que destacar la generosidad de este hombre, que en vez de ir en línea recta a la fábrica, rodea las casas de sus vecinos para no despertarlos a esas horas de la mañana -entra a trabajar a las 6:00-, un "inconveniente" que supone dos minutos más pero que, aún así, es la mitad del tiempo que empleaba anteriormente.
Aparte del ahorro de tiempo, este cerrajero checo disfruta de unas increíbles vistas al sobrevolar las montañas del parque nacional Sumava. Cuando llega al trabajo, aterriza en un campo cercano y luego arrastra el avión hasta el aparcamiento de la fábrica, en la que elaboran herramientas para la industria forestal.
Para su construcción, se inspiró en los aeroplanos norteamericanos 'Minimax', que alcanzan una velocidad de 145 kilómetros por hora y que son conocidos por hacer que la tarea de construir un avión resulte fácil a casi cualquier persona.