Manzanas mortíferas: forma en que esta fruta puede resultar fatal
No hay cosa más sana que comer en ayunas una manzana, sostiene el refrán y es verdad: esta fruta contiene una gran cantidad de vitaminas y antioxidantes que mejoran nuestra salud. Sin embargo, comer manzanas enteras, con los huesos, puede llevar a la muerte, según un artículo de 'National Geographic'.
Es ampliamente reconocido que el consumo de manzanas resulta útil para la prevención de muchas enfermedades, incluyendo el cáncer. Aunque en comparación con otras frutas las manzanas no contienen mucha vitamina C, son ricas en antioxidantes. La fibra de manzana estimula el peristaltismo intestinal, tiene un efecto positivo sobre el corazón y reduce el nivel de colesterol.
Algunos nutricionistas incluso aconsejan comer manzanas enteras, aunque esto puede causar daños graves: los huesos de la manzana contienen una sustancia química mortal llamada 'amigdalina', que también se encuentra en los huesos de cerezas, almendras, melocotones y ciruelas en cantidades diferentes.
Los científicos nos recuerdan el peligro que se oculta dentro de la fruta. Consumida en cantidades reducidas, la amigdalina provoca dolor de cabeza y náuseas, mientras una cantidad mayor puede resultar en cianosis severa, convulsiones, pérdida de la conciencia e incluso puede ser fatal.
En Nueva Zelanda se registraron casos de intoxicación con amigdalina tras el consumo de 30 a 60 huesos del albaricoque. A pesar de que el número exacto de manzanas enteras que hay que comer para causar un daño considerable para la salud no ha sido calculado, es necesario recordar que el hueso de la manzana contiene veneno, incluso en concentraciones bajas.