La neumonía diagnosticada a la candidata demócrata a la Presidencia de EE.UU., Hillary Clinton, no es grave y el verdadero problema de su estado de salud es la deshidratación crónica, que se ha agravado por su problema pulmonar y porque rehúsa a beber agua, hasta el punto que se ha convertido en fuente de tensiones con sus asistentes, informa la revista 'Politico'.
"Ella no quiere beber agua, e intenté decirle a Hillary Clinton que tiene que beber agua", dijeron fuentes del equipo de campaña de la aspirante demócrata, señalando que tienen una gran misión de rehidratar a la política cada día con varias botellas de agua y bebidas isotónicas Gatorade.
La aspirante a la Casa Blanca se sintió mal el pasado 11 de septiembre durante la ceremonia en Nueva York dedicada al 15.º aniversario del 11-S. La política tuvo que abandonar el evento y aparentemente perdiendo la conciencia entró a su vehículo asistida por guardias de seguridad.
Fuentes citadas por la publicación indicaron que después de ese incidente, Clinton se recuperó inmediatamente en el vehículo y tras beber un poco de agua empezó a llamar a sus familiares y asistentes para notificarles sobre lo sucedido e inmediatamente comenzó a evaluar las consecuencias políticas.
Por su parte, el expresidente estadounidense Bill Clinton dijo que su esposa ha sufrido ataques similares en los últimos años. "Rara vez, más de una ocasión en muchos años este mismo tipo de cosas le ha pasado cuando se encontraba gravemente deshidratada", comentó el exmandatario.
En tanto la aspirante demócrata indicó que no había hecho pública su neumonía debido a que no le daba mucha importancia a la enfermedad. Además reconoció haber ignorado las recomendaciones de los médicos.