El 26 de septiembre de 2016 pasó a la historia de Colombia por ser la fecha en que, oficialmente, se puso fin a una guerra interna de 52 años. El Gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han firmado este lunes el Acuerdo final de Paz.
"Que nadie dude que vamos hacia la política sin armas. Vamos a desarmar los corazones. El pueblo deberá convertirse en el principal garante de lo pactado. Nosotros vamos a cumplir y esperamos que el Gobierno cumpla", afirmó el líder de las FARC, Rodrigo Londoño, alias 'Timochenko'.
El líder de las FARC también ha anunciado el fin de la guerra y ha hecho un gesto histórico tras pedir perdón a todas las víctimas: "En nombre de las FARC pido perdón por todo el dolor que pudimos haber causado". "La tierra entera debería ser declarada territorio de paz para que todos las mujeres y los hombres podamos llamarnos y tratarnos como somos, como hermanos", añadió Londoño.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien estuvo presente durante la firma del acuerdo de paz, por su parte, ha agradecido a los países garantes y observadores por mostrar su contribución al posconflicto.
"Ustedes están invitando a los colombianos a que pasen la página para un futuro en paz. Los colombianos están enviando una luz brillante de esperanza que ilumina a todo el mundo. ¡Viva Colombia en paz!", manifestó.
Anunciado el pasado 24 de agosto, el proceso culminará el próximo 2 de octubre. El texto del acuerdo original pasó por el Congreso colombiano, que lo ratificó, al igual que dio curso a la realización de un plebiscito el próximo domingo donde la población decidirá si acepta o no las condiciones de la paz.
"Con su voto el próximo domingo 2 de octubre podremos dejar atrás un pasado triste y abrirle las puertas a un futuro mejor", ha declarado el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, durante su discurso. "La paz de Colombia es la paz de la región, la paz de todo el continente", añadió.
Por su parte, las FARC realizaron su última conferencia como organización guerrillera y aprobaron por unanimidad la firma de la paz. Si el acuerdo entra en vigor el grupo insurgente se convertirá en un partido político legal en 2017. Este plazo está dado porque el acuerdo supone un alto al fuego definitivo y un cronograma para la entrega total de las armas, en 180 días, a las Naciones Unidas.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien estuvo presente durante la firma del acuerdo de paz, por su parte, ha agradecido a los países garantes y observadores por mostrar su contribución al posconflicto.
"Ustedes están invitando a los colombianos a que pasen la página para un futuro en paz. Los colombianos están enviando una luz brillante de esperanza que ilumina a todo el mundo. ¡Viva Colombia en paz!", manifestó.
El acto
La jornada, que transcurre en Cartagena de Indias, comenzó con un homenaje del presidente Santos a las Fuerzas Armadas. Posteriormente el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado de la Santa Sede, ofició una misa por la reconciliación del pueblo colombiano.
Finalmente, por la tarde se realizó la firma oficial del acuerdo de paz donde participaron distintos jefes de Estado y representantes de organismos internacionales, todos vestidos de blanco (el color de la paz). Entre ellos se cuentan los presidentes de Argentina, Mauricio Macri; Bolivia, Evo Morales; Cuba, Raúl Castro; Chile, Michelle Bachelet; Ecuador, Rafael Correa; México, Enrique Peña Nieto; Paraguay, Horacio Cartes; y Venezuela, Nicolás Maduro.
Además del secretario general de la (ONU), Ban Ki-moon, en la ceremonia estuvieron presentes su predecesor Kofi Annan; el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro; y los presidentes del Banco Mundial, Jim Yong Kim; del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, y del Banco Interamericano de Desarrollo, Luis Alberto Moreno.
Breve historia del proceso de paz
De manera secreta los diálogos entre el Gobierno de Colombia y las FARC comenzaron en noviembre de 2011. Para octubre de 2012 las negociaciones se habían llevado a Oslo, Noruega y, finalmente, en noviembre del mismo año, se formalizó la que fue la sede definitiva: La Habana, Cuba, con la isla y Noruega como garantes del proceso y Venezuela y Chile como acompañantes y observadores.
Durante 2013 ambas partes anunciaron un acuerdo parcial sobre Política de Desarrollo Agrario Integral. Sin embargo en 2014 las negociaciones son interrumpidas por el Gobierno debido al secuestro del general del Ejército, Rubén Darío Álzate, que fue liberado al poco tiempo dando reinicio al diálogo. A pesar del cese al fuego, durante 2015 el Ejército colombiano realizó varios ataques a la guerrilla. A mediados de año, esta última decretó un cese unilateral de los ataques como gesto de buena voluntad.
Finalmente, a comienzos de 2016 se anunció que se habían alcanzado consensos en todos los puntos y que el acuerdo de paz sería concretado.
El plebiscito y el futuro
"Hay algo fundamental, que me da mucha esperanza, y es que el 'sí' no va a ser solo la respuesta a un plebiscito", afirmó a RT la militante de Marcha Patriótica Laura Capote. Según su mirada, a partir de este proceso "muchos sectores sociales que en Colombia nunca antes habían hablado de política o reconocido que había un conflicto que ha dejado millones de víctimas, hoy dicen 'quiero aportar con mi voto al fin de la guerra'. Eso ya es una victoria".
Consultada sobre lo que se viene tras la aprobación del acuerdo, Capote opinó que serán "unos seis meses muy delicados" hasta el desarme total de las FARC, "donde la implementación de estos acuerdos va a ser claves para ver la voluntad de paz de ambas partes si, efectivamente, el Gobierno transforma todo aquello que prometió". No obstante aclaró que "para que se cumpla será necesario que el movimiento social colombiano y latinoamericano esté día a día ahí vigilando y garantizando que se lleve a cabo".
"Es importante que toda esa gente que se ha sensibilizado con el tema de la guerra sepa que tiene un papel importante a la hora de resolver el conflicto", añadió. Asimismo, convocó a que "no se queden en votar y ya", sino que los movimientos sociales los acerquen "a la lucha por la transformación del país", acotó.
Construir la paz
Finalmente, Capote aseguró: "Me siento llena de esperanza y fe en que hoy se empieza a escribir una nueva historia para Colombia". Para la entrevistada "dejamos de hablar de guerra y tenemos que empezar a hablar de que la participación política sea real para todos y todas. Que por pensar diferente, por considerarnos de izquierda, no podemos ser sujetos de asesinatos y exterminios como ha sucedido a lo largo de la historia".
La vocera de Marcha Patriótica enfatizó que "hay una transformación necesaria que no se va a dar con este acuerdo, sino que se va a dar a partir de la lucha social. Es una paz que se construye". Para eso "hay que hacer de América Latina un territorio de paz que abrace, proteja, acompañe y tome como propia la lucha colombiana", concluyó.
Santiago Mayor