La OTAN revisa su estrategia nuclear para disuadir posibles "terribles ataques" rusos

El secretario estadounidense de Defensa, Ashton Carter, ha comunicado su intención de invertir 108.000 millones de dólares en los próximos cinco años para mantener y mejorar la fuerza nuclear de EE.UU.

El jefe del Pentágono, Ashton Carter, ha equiparado a Rusia con Corea del Norte este martes en la base de las Fuerzas Aéreas en Minot, en Dakota del Norte, cuando habló sobre las amenazas que enfrentan EE.UU. y sus aliados, y sobre la necesidad de invertir millones de dólares en un nuevo manual de estrategias nucleares de la OTAN.

El secretario norteamericano de Defensa ha declarado que EE.UU. y sus aliados no han construido ningún arma nuclear ni ningún nuevo sistema de gestión armamentística en los últimos 25 años y ha agregado que las fuerzas nucleares estadounidenses deben estar dispuestas a participar en un posible enfrentamiento nuclear con Rusia, informa el diario 'The Bismarck Tribune'.

Carter ha remarcado que "la construcción de nuevos sistemas de armas nucleares por parte de Moscú" plantea "serias dudas sobre el compromiso de sus líderes con la estabilidad estratégica", aparentemente dejando de lado el hecho de que hasta ahora EE.UU. sigue siendo el único país que ha usado armas nucleares contra otra nación.

Según el jefe del Pentágono, "el uso más probable de las armas nucleares hoy en día no es un intercambio nuclear masivo como en el escenario típico de la Guerra Fría, sino que más bien consiste en que por ejemplo Rusia o Corea del Norte recurran de manera imprudente a ataques pequeños pero aún terribles y sin precedentes".

Carter ha hecho hincapié en que EE.UU. y sus aliados de la alianza atlántica en Europa están "renovando" su manual de estrategias nucleares para incluir la posibilidad de recurrir a las armas convencionales y nucleares para "disuadir a Rusia de creer que puede beneficiarse del uso nuclear en un conflicto con la OTAN". Toda esta retórica omite que la alianza sigue expandiéndose hacia las fronteras de Rusia, lo que Moscú considera una señal alarmante y una amenaza. Más alarmante aún para Rusia es que lo que la OTAN describe como un simple escudo antimisil puede ser usado como un arma contra Rusia únicamente cambiando el software.

El secretario de Defensa ha agregado que el Pentágono planea invertir 108.000 millones de dólares en los próximos cinco años para mantener y mejorar su fuerza nuclear. La inversión está destinada a la modernización de la tríada nuclear de EE.UU., que incluye misiles balísticos intercontinentales con base en tierra, bombarderos nucleares atómicos y misiles lanzados desde submarinos. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso los gastos pueden llegar a un total de 348.000 millones de dólares hasta 2024.

Para limitar el uso de armas atómicas, una serie de tratados multilaterales han sido establecidos para prevenir la proliferación nuclear y promover el desarme. Estos incluyen el Tratado de No Proliferación Nuclear (NPT, en inglés), el Tratado de Prohibición Parcial de Ensayos Nucleares en la Atmósfera y el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBT).

En un momento en que las tensiones bilaterales ruso-estadounidenses se encuentran en su punto más alto desde el final de la Guerra Fría, este viernes Vitali Churkin, el enviado especial ruso ante la ONU, pidió al próximo presidente de EE.UU. que ratifique el CTBT, un tratado que Moscú ya ha firmado.