Arabia Saudita condena la ley estadounidense 'Justicia contra los patrocinadores del terrorismo', que permitirá a las familias de las víctimas de los ataques del 11 de septiembre de 2001 demandar a Riad por sus supuestos vínculos con los terroristas, y pide "tomar medidas necesarias para evitar las consecuencias desastrosas y peligrosas" de la ley, informa la agencia AFP, citando a una fuente del Ministerio de Asuntos Exteriores saudita.
"El debilitamiento de los fundamentos de la soberanía del Estado, que durante cientos de años era la base de las relaciones internacionales, tendrá un efecto negativo en todos los países, incluyendo a EE.UU.", han señalado una fuente oficial del Ministerio.
En el Ministerio de Exteriores también han afirmado que las autoridades sauditas esperan que "la sabiduría prevalezca al final y el Congreso de EE.UU. tome las medidas necesarias para ajustar la nueva legislación".
Las relaciones entre EE.UU. y Arabia Saudita se deteriorarán
Mientras tanto, la aprobación final de la ley "seguro" deteriorará las relaciones bilaterales entre Riad y Washington, dos países que se consideran aliados, debido a que los sauditas piensan que "la Administración de Obama se comporta de manera incoherente y deshonesta respecto a su aliado en Oriente Medio", según pronostica el periodista ruso y presidente del Consejo para la Política Exterior y de Defensa, Fiódor Lukiánov.
De este modo, la confianza de Arabia Saudita en los estadounidenses "se ha debilitado" —sobre todo a partir de 2013, cuando el mandatario estadounidense "decidió no emplear su fuerza militar" cuando se utilizaron "armas químicas" en Siria—, con lo cual este periodista estima que los esfuerzos de la Casa Blanca para distanciarse y rechazar la iniciativa de la Cámara Baja de EE.UU. no van a modificar esta situación y la anulación del veto "no presagia nada bueno a las relaciones entre ambos países".
Camino a la aprobación
El proyecto de ley, titulado 'Justicia en contra de los patrocinadores del terrorismo' fue introducido en el Senado de EE.UU. en septiembre del 2015. Fue impulsado por los senadores John Cornyn y Chuck Schumer. El 17 de mayo de 2016, el documento fue aprobado por el Senado, el 9 de septiembre por la Cámara de representantes. El 23 de septiembre fue rechazado por el presidente estadounidense Barack Obama. Sin embargo, el 28 de septiembre ambas cámaras han superado el veto presidencial (la primera vez en 8 años de presidencia de Obama).
En una carta enviada a los legisladores el mandatario estadounidense, por su parte, ha advertido que la superación del veto, "puede tener consecuencias devastadoras" para el Pentágono y para las tropas estadounidenses estacionadas en el extranjero.
Anteriormente EE.UU., en repetidas ocasiones, sugería que las autoridades sauditas hacían la vista gorda a las actividades del extinto líder de Al Qaeda Osama Bin Laden, e incluso podía tener contactos con este grupo, y por lo tanto asume una parte de la responsabilidad por los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.
Amenazas económicas de Arabia Saudita
En primavera Arabia Saudita tomó medidas para evitar la adopción del proyecto de ley, que representaba ciertos riesgos para el reino, amenazando con vender todos sus activos de cientos de miles de millones de dólares en EE.UU. para evitar su embargo en caso de resoluciones judiciales sobre reclamaciones de ciudadanos estadounidenses.
El tamaño de la deuda de EE.UU. en poder de las autoridades de Arabia Saudita es, según el Ministerio de Hacienda de EE.UU., de 116.800 millones de dólares.