En los últimos 15 años, Washington ha estado cometiendo varias veces los mismos errores, desencadenando guerras, cada una de las cuales aumenta el odio a EE.UU., informa la revista estadounidense 'American Conservative'.
Los fracasos a gran escala de la política exterior de EE.UU. impresionan, escribe la revista. La Fuerza Aérea estadounidense no deja de realizar ataques aéreos, que se cobran vidas de miles de civiles y miembros de las misiones humanitarias. Y aunque algunos ataques traen una ventaja estratégica a EE.UU., por lo general, dan lugar al odio hacia Washington, y el éxito es pequeño en comparación con la escala de las deficiencias estratégicas, señala el autor.
"EE.UU. se ha convertido en una fábrica del terrorismo"
Los resultados del uso de la fuerza militar de EE.UU. en el mundo durante los últimos 15 años pueden ser considerados decepcionantes, escribe 'American Conservative'. Por culpa de EE.UU., Irak ha perdido su estatus regional y se ha convertido en una fábrica del terrorismo, Afganistán es un imán para los extremistas, y Libia se convirtió en el punto de partida del Estado Islámico.
Al Qaeda, por su parte, se ha convertido en una "franquicia" internacional después de la invasión estadounidense de Irak y ha contribuido a la aparición del Estado Islámico y las operaciones militares en Pakistán, Yemen, Somalia y otros países solo trajeron sufrimiento a la población civil.
Dañando sus propios intereses
Al mismo tiempo el artículo señala que tras 15 años de guerras las Fuerzas Armadas de EE.UU. solo se han vuelto más débiles. "EE.UU. participa repetidamente en misiones de combate con la Fuerza Aérea, entrega bienes y organiza bombardeos sin parar (...), como resultado la vida útil de las aeronaves se reduce, el valor de su mantenimiento aumenta bruscamente, y las reservas de bombas y misiles se están agotando", declaran en la publicación.
El Ejército de EE.UU. y la Armada se encuentran a miles de kilómetros, gastando recursos militares, movilizando tanques y vehículos blindados, así como empleando innumerables cantidades de municiones.
EE.UU. prepara a generaciones enteras de comandantes y soldados que pueden enfrentarse solo a pequeñas fuerzas rebeldes, mientras que es impotente frente a un enemigo con armas modernas, resume el autor.