España: La mayor estafa telemática al descubierto
Hace casi exactamente un año y medio, la Guardia Civil española daba un gran paso en la operación 'Telemensaje', al detener a 11 personas pertenecientes a una organización criminal detectada en España, dedicada a la realización de "microfraudes" en servicios de SMS Premium, mensajes de texto al teléfono móvil con coste especial. La guardia civil constató entonces que más de un millón y medio de personas habían sido víctimas de la estafa masiva hasta aquella fecha. "La organización operaba desde el 2005, habiendo obtenido con unos beneficios ilícitos de más de 5.000.000 de euros", informaba la Guardia Civil en su comunicado inmediatamente posterior a las detenciones. Hoy, un reportaje de 'El Confidencial" revela que los beneficios totales en sus diez años de actividad superan los 22 millones de euros.
En aquel mes de abril de 2015 la trama cayó tras 8 registros en las sedes sociales sus empresas y domicilios de los responsables. Según fuentes de la Guardia Civil consultadas por RT, en aquellos registros se intervinieron vehículos de alta gama, joyas de gran valor, y considerables cantidades de dinero. Asimismo, se ha intervenido el material informático utilizado en el centro de operaciones ubicado en Alicante, donde almacenaban los datos con toda la información de usuarios estafados y de las campañas fraudulentas que utilizaban.
Tal como informa hoy mismo 'El Confidencial', "al frente de la organización estaban los hermanos Simó, Pablo y Antonio, y el abogado Daniel Rodríguez. Los Simó están acusados de pertenencia a organización criminal, al parapetarse siempre en sus testaferros, mientras que Rodríguez tendrá que afrontar los cargos de estafa, blanqueo de capitales, falsificación de documentos y pertenencia a organización criminal. El juicio tendrá lugar en la Audiencia Provincial de Alicante, y las penas solicitadas por la fiscalía son superiores a seis años de prisión".
Una gran infraestructura
La red realizaba fraudes en servicios de SMS Premium de forma masiva. Para ello, enviaba mensajes SMS a un gran volumen de números de teléfono con un texto que captaba la atención de diversos colectivos, como por ejemplo, el de ciudadanos en situación de desempleo a los que remitían el siguiente mensaje: "Ponte en contacto conmigo para la segunda entrevista de trabajo", u otras diversas frases de engaño dirigidas a otros grupos. Contaban con un centro de operaciones desde el cual se enviaban y recibían los SMS, y en el que trabajaban varias personas encargadas de responder a cada mensaje enviado por las víctimas. La función de estos trabajadores consistía en captar la atención de las víctimas para que continuaran respondiendo por SMS. Para ello, no dudaban en derivar la conversación a terrenos distintos a la entrevista original, como por ejemplo a supuestos intereses sexuales, empleando para este fin o a personajes ficticios ideados para tal finalidad.
Los trabajadores al servicio de esta trama, todos españoles, se correspondían con personas en situación de precariedad económica y laboral explotados por la organización, estando permanentemente controlados con cámaras de seguridad y obligados a responder a los mensajes de las víctimas, utilizando gran cantidad de engaños ideados por los responsables de la red criminal, en pos de seguir obteniendo nuevos beneficios económicos. Además, el grupo criminal ideaba constantemente nuevas formas para mejorar su estafa, habiéndose detectado que planificaban el desarrollo de mensajes a través de la aplicación Whatsapp que enlazaban a suscripciones de SMS Premium.
Algunas de las víctimas llegaban a detectar las estafa cuando comprobaban en los buscadores de Internet el número de teléfono desde donde recibían los SMS pudiendo corroborar que eran victimas de estas campañas fraudulentas.
Sin escrúpulos, a por los más vulnerables
Según revela el citado reportaje de 'El confidencial', "la trama contaba con archivos que contenían información explícita sobre los estafados, y en ella se pone de manifiesto la absoluta falta de escrúpulos de esta organización, que en ocasiones se aprovechaba de las personas más vulnerables. tal como se detalla en el reportaje: "la Guardia Civil destaca varios casos concretos entre la documentación revisada. Uno de los más abyectos corresponde al usuario con el número 63043XXXX, del que las chateadoras, adiestradas por la cúpula de la organización, escribieron en su ficha: "Tiene una minusvalía psíquica del 65%, no puede trabajar, pero recibe 300 euros al mes de pensión". A este usuario, solo en el año 2011, se le condujo con engaños y propuestas sexuales al envío de 4.219 mensajes con un coste de 1,2 euros, resultando un agujero en su cuenta de 4.614 euros". Los estafadores elaboraron perfiles detallados de, al menos, 666.481 ciudadanos.
David Romero