El FBI está investigando el posible robo y desclasificación de códigos informáticos altamente secretos creados con el fin de 'hackear' las redes de Gobiernos extranjeros, informa 'The New York Times' citando a varios altos cargos policiales y de la inteligencia estadounidense. El Departamento de Justicia de EE.UU. ha confirmado el arresto de un contratista de la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. (NSA, por sus siglas en inglés) sospechoso de haber robado propiedad gubernamental y de haberse apoderado de materiales clasificados.
Se trata de Harold Thomas Martin III, de 51 años de edad y procedente de Glen Burnie (Maryland, EE.UU.), que fue detenido el pasado 27 de agosto. En caso de ser declarado culpable, el hombre podrá ser condenado a un año de prisión por la retención no autorizada de materiales clasificados y hasta a diez años de cárcel por el robo de propiedad gubernamental.
El Departamento de Justicia no especifica a qué tipo de información clasificada tuvo acceso Martin, pero menciona que entre los documentos clasificados figuran 6 que fueron creados por "una agencia gubernamental en 2014" y que contienen datos sensibles que son cruciales para la seguridad nacional del país. Por su parte, 'The New York Times' señala que el detenido supuestamente se apoderó del "código fuente" creado por la NSA, que permite irrumpir en los sistemas informáticos de adversarios de Washington en el panorama mundial como Rusia, China, Irán o Corea del Norte. Algunos datos presuntamente robados ya han perdido actualidad, indican las fuentes del periódico.
Here's how the DOJ press release announcing the arrest of Harold Thomas Martin III describes what he did. pic.twitter.com/AXDNYSzLSg— Eric Geller (@ericgeller) 5 de octubre de 2016
La serie de revelaciones más escandalosa sobre la agencia se conoció en 2013 gracias al exempleado de la CIA y de la NSA Edward Snowden. Las filtraciones sobre el espionaje en la Agencia de Seguridad Nacional y en torno a la vigilancia de Washington contra su propio pueblo obligaron a Snowden a escapar de EE.UU. Está acusado de espionaje y robo de propiedad estatal, unos cargos que podrían conllevarle 30 años de cárcel. En agosto de 2013 Rusia le concedió asilo termporal. El contratista arrestado trabajó, al igual que Snowden, para la consultora Booz Allen Hamilton, responsable de desarrollar y ejecutar numerosas operaciones cibernéticas para la NSA. De confirmarse el robo sería la segunda vez en los últimos tres años en que un infiltrado logra apoderarse de información de la NSA altamente clasificada.
La NSA, una influencia que va más allá de las fronteras de EE.UU.
El pasado mes de septiembre Snowden filtró nuevos documentos sobre la Agencia de Seguridad Nacional que muestran que su verdadero alcance se extiende mucho más allá de las fronteras estadounidenses. Según los archivos obtenidos por el portal The Intercept, la base militar estadounidense de Menwith Hill Station (MHS), situada en territorio británico, es parte vital de la extensa red mundial de vigilancia de la NSA, que espía a todo el mundo a través de sistemas de satélite y otras comunicaciones inalámbricas.
Según se desprende de los documentos, en dicha base la agencia intercepta comunicaciones internacionales de dos formas. Una se denomina Fornsat y usa cúpulas gigantes en forma de bola que albergan poderosas antenas para espiar transmisiones entre satélites extranjeros. La otra, que se llama Overhead, emplea satélites estadounidenses gubernamentales para encontrar y controlar llamadas de teléfonos y señales Wi-Fi.
La base de Menwith Hill Station cuenta con sistemas Ghosthunter y Ghostwolf, concebidos para "ayudar directamente en operaciones militares". Ello le permite a la NSA aumentar su capacidad de espionaje sobre lugares o grupos de personas específicos para que estos "puedan ser capturados o aniquilados". El primer programa, supuestamente, ha permitido llevar a cabo "un número significativo de operaciones de captura y muerte" en Oriente Medio y en el Norte de África.