¿Tensiones históricas? Guyana endurece su retórica contra Venezuela por el Esequibo
Venezuela, por segunda vez en la semana, emite un comunicado para dejar sentada su posición ante el gobierno de Guyana mientras crepitan las tensiones.
El martes pasado Caracas recordó sus derechos históricos sobre el Esequibo -arrebatado tras un laudo arbitral amañado- y hoy rechazó "por tendenciosas, peligrosas e infundadas" las declaraciones del canciller de Guyana, Carl Greenidge, quien denunció el supuesto sobrevuelo de una aeronave venezolana en el espacio aéreo de la zona en reclamación.
El texto de la cancillería considera que Guyana emite esas acusaciones "para sustentar la errática, falsa y antihistórica tesis de presentar a Venezuela como un país agresor" y considera que el propósito del gobierno de David Granger es "impedir la reactivación del Buen Oficiante conforme al Acuerdo de Ginebra".
El canciller guyanés dijo el pasado miércoles que aviones venezolanos habían vulnerado el espacio aéreo del Esequibo y aseguró que su país pediría ayuda internacional para reforzar la vigilancia: "son irresponsables y peligrosos y se lo hemos comunicado al Secretario General de la ONU. Es algo que vemos con la mayor preocupación", sostuvo el diplomático, citado por El Universal.
Para Venezuela, el principal argumento que rebate el señalamiento es que el propio gobierno guyanés ha reconocido que no dispone "de los equipos técnicos necesarios para detectar sobrevuelos en esa región".
"Este tipo de acusaciones no representan una conducta novedosa en el actual gobierno guyanés (...) El propio Presidente David Granger mintió en extremo al mismísimo Secretario General de la ONU Ban Ki-moon, al denunciar que un patrullero venezolano (PC-23 Yecuana) entró a la ciudad de Georgetown, tomando como supuesta evidencia una fotografía del citado barco venezolano saliendo de las Islas Canarias. La supuesta evidencia es hoy la portada de su libro titulado 'Caribbean geopolitics", añade el texto oficial publicado en la web del ministerio de Exteriores.
La retórica entre ambos gobiernos ha sido cáustica justo cuando se cumplen 117 años del laudo arbitral de París, un proceso que dejó en manos de los ingleses 160.000 kilómetros cuadrados que le pertenecían a Venezuela, gracias a un juicio amañado cuya ilegalidad fue develada casi medio siglo más tarde.
El acuerdo de Ginebra, vigente desde 1966, rige las conversaciones sobre el Esequibo, toda vez que quedó demostrado que el laudo de París fue un fraude que perjudicó a Venezuela. Ese pacto fija mecanismos para solventar el conflicto territorial de manera amistosa. Sin embargo, el buen oficiante que llevaba el seguimiento al diferendo, Norman Girvan, falleció hace dos años y no ha sido reemplazado.
Mientras Caracas pide la designación del buen oficiante, Georgetown amenaza con denunciar al gobierno de Maduro ante la Corte Penal Internacional por "obstaculizar" la resolución del conflicto. La prisa de Guyana por solventar una situación que tiene más de un siglo irresoluta tiene que ver con causas económicas.
El año pasado, la estadounidense Exxon Mobil descubrió un importante yacimiento petrolero en las costas guyanesas y prometió inversiones de más de 200 millones de dólares. Venezuela protestó porque ese tipo de actividades vulneran las condiciones del acuerdo de Ginebra, en vista de que la zona sigue estando en reclamación.
El comunicado de la cancillería venezolana finaliza con un exhorto a Guyana para "ajustar su conducta conforme al debido respeto al Derecho Internacional Público" y a "construir relaciones de cooperación, solidaridad y amistad".
Nazareth Balbás