La Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) ha confirmado que el módulo de aterrizaje Schiaparelli, que debía alcanzar Marte en el marco de la misión espacial ruso-europea ExoMars se estrelló contra la superficie del planeta rojo.
El módulo penetró en la atmósfera de Marte a las 14:42 GMT del pasado 19 de octubre de 2016 y emprendió su descenso de seis minutos hacia la superficie del planeta. Sin embargo, antes de tocar suelo marciano se perdió su señal. A partir de ese momento los científicos trataron de restablecerla, y de descifrar los datos obtenidos por el aparato.
En el sitio oficial del programa se indica que el módulo cayó a una altura de 2 a 4 kilómetros sobre la superficie del planeta a una velocidad "considerable" de más de 300 kilómetros por hora. "También es posible que la sonda explotara a causa de un golpe porque lo más probable es que los tanques de sus propulsores todavía estuvieran llenos", destaca la fuente.
Las interpretaciones preliminares se concretarán durante el análisis de los datos obtenidos por el otro módulo de la misión, el Trace Gas Orbiter (TGO), para determinar el origen de las anomalías sobrevenidas durante su aterrizaje.
Los datos sobre la trayectoria del módulo Schiaparelli y sobre su tecnología de aterrizaje son fundamentales para que ExoMars pueda lanzar su segunda misión espacial en 2020 con el objetivo de realizar estudios geoquímicos del planeta con un rover y una plataforma científica.
El programa espacial ruso-europeo ExoMars, elaborado en 2005, arrancó el 14 de marzo de 2016 con el lanzamiento de la nave espacial rusa Protón, con el objetivo de averiguar si alguna vez Marte albergó formas de vida y encontrar posibles fuentes de la misma.